1.91 millones de personas. Esos son los suscriptores que a sus 66 años tiene Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México. AMLO como se le conoce en el país, no usa la televisión ni la radio ni los periódicos para transmitir su mensaje; toda su estrategia de comunicación se basa en lo que él denomina "las benditas redes sociales" y, en especial, el uso de YouTube.

No solo sube sus conferencias diarias, que ven cada día en la plataforma de vídeos cerca de 400.000 personas; sino también cada uno de los discursos que daba en sus giras del fin de semana y ahora, que por la emergencia sanitaria no puede viajar, sábados y domingos suele dar 'Mensajes al Pueblo de México'.

AMLO, de hecho, tiene desde julio de 2019 el botón de oro de YouTube, un premio que se da a los creadores de contenido que llegan a un millón de suscriptores. Por poner una comparativa, el canal de Donald Trump, su homólogo estadounidense, anda por los 400.000 seguidores y el de Justin Trudeau, el canadiense, tiene sobre 26.000.

Vídeo en el que elogia el cuidado floral en Guanajato

Su propio canal es un repositorio, por ejemplo, de sus virajes en temas como el coronavirus. En los vídeos de principios de marzo, cuando ya la pandemia estaba golpeando muy duro el hemisferio occidental y desde su Administración se recomendaba el distanciamiento social, recomendó a los mexicanos seguir abrazándose. "Hay quienes dicen que por lo del coronavirus no hay que abrazarse. Pero hay que abrazarse, no pasa nada", dijo.

Las semanas siguientes siguió yendo de gira a los estados, besando y saludando y dándose baños de masas; mientras Hugo López-Gatell, el 'Fernando Simón' de México, pedía a los mexicanos que se quedasen en casa y no se tocasen. Finalmente, a principios de abril, dio un cambio radical a su discurso, suspendió sus giras de fin de semana y las visitas a hospitales y recomendó quedarse en casa a sus gobernados.

Las cifras oficiales sobre el coronavirus en México a jueves 7 de mayo fueron eran de 2.961 muertes y 29.616 contagiados, en un país de 120 millones de personas. Para expertos y antiguos funcionarios públicos, es evidente una infrarrepresentación de contagiados, ya que en México solo 0.4 personas de cada mil se hacen la prueba, mientras la media de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico es de 23.

López Obrador se apoya en un gráfico para hablar la situación local frente al Covid-19

Cifras poco creíbles

También, desde el principio, hay acusaciones de que el número de muertos es inferior al real. Un reportaje publicado este viernes por The New York Times, citando fuentes anónimas e información confidencial, asegura que los muertos en la capital podrían triplicar las cifras oficiales.

En sus vídeos y redes sociales, a AMLO se le ve triunfal, presumiendo de que el país ya va a salir de "la etapa más crítica de la pandemia" y de que "el pueblo de México ha dado un gran ejemplo al mundo" habiendo logrado "aplanar la curva". Pero este fin de semana, según el propio Gobierno, comenzará el pico máximo en México que durará hasta el 20 de mayo, y López-Gatell ha admitido que puede existir una subestimación del número de fallecidos.

Según ha contado el propio AMLO, tiene un coordinador y un equipo de cuatro personas para manejar su YouTube, Facebook, Instagram y Twitter que le cuestan al erario público unos 347.000 pesos al mes, unos 13.500 euros. Con esos vídeos AMLO posiciona su agenda política, hablando únicamente cuándo quiere, de lo qué quiere y cómo quiere. Denisse Dresser, una conocida politóloga opositora, apoda al presidente como 'El Predicador'.

Las conferencias de 'El Predicador'

Sus conferencias de las siete del día, conocidas popularmente como las mañaneras, son el ejemplo perfecto. Al igual que los YouTubers que tienen saludo característicos, AMLO suele comenzar estas ruedas de prensa que suelen durar dos horas al día gritando “ánimo”. Ahora, con el coronavirus, hay otra conferencia de una hora por la tarde comandada por López-Gatell sobre contagios, otra sobre créditos ante coronavirus, y AMLO ha lanzado el globo sonda de realizar otra más después sobre programas sociales.

En la misa diaria, como la llaman los periodistas que cubren la mañanera, el ritual es claro. Tras los saludos de rigor, el presidente expone un tema durante media hora, muchas veces con sus ministros como comparsas, y luego comienza la ronda de preguntas y respuestas. La idea está clara: AMLO vende propaganda política como conferencias de prensa y rendición de cuentas.

Aparición, junto a su esposa, para felicitar el Día de la Madre, el pasado 10 de mayo.

AMLO no gobierna desde el Diario Oficial de la Federación, el equivalente al BOE, sino con las mañaneras. Desde su púlpito dicta políticas, enfrenta problemas y crisis, evangeliza y ataca a su oposición: neoliberales, tecnócratas, conservadores y la prensa crítica. Las mañaneras, retransmitidas en directo por YouTube, son, una crónica en tiempo real del nuevo periodo político de México.

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