El primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, informó este domingo de que 30 personas han perdido la vida, entre ellos el asaltante, y más de medio centenar resultaron heridas durante el ataque el sábado de un soldado armado en un centro comercial de la ciudad de Nakhon Ratchasima.

El mandatario, que cifró en 52 los heridos durante el incidente de los cuales 32 continúan ingresados - 8 de ellos en estado grave -, apuntó que se está brindando asistencia psicológica a las víctimas y familiares.

"Un incidente así nunca había sucedido en Tailandia, y esperamos que nunca vuelva a suceder", dijo Prayut tras visitar a varios de los heridos en varios hospitales de la ciudad.

La Policía de Tailandia abatió en la mañana del domingo al soldado después de un intenso tiroteo.

"El operativo se ha terminado", dijo brevemente a los medios de comunicación el jefe de la Policía Real de Tailandia mientras abandonaba las proximidades del recinto, situado a unos 250 kilómetros al noreste de Bangkok.

El soldado tailandés, de 32 años, que publicó fotografías y vídeos del ataque en las redes sociales después de asegurar un día antes que "la muerte es inevitable", fue abatido aparentemente en un supermercado, que solo tenía una vía de acceso, en la planta inferior del edificio, y donde también se encontraron los cadáveres de dos supuestos rehenes.

Tras horas de operativo en el centro comercial Terminal 21, repleto de gente un sábado por la tarde, las fuerzas de seguridad consiguieron la noche del sábado entrar en el recinto y liberar a cientos de personas mientras el atacante permanecía recluido allí.

El soldado, identificado como Jakrapanth Thomma, de 32 años, era un experto en tiro que ganó varias medallas en competiciones militares, y contaba, según los oficiales, con varias armas de fuego, numerosa munición y dos granadas.

De acuerdo con la reconstrucción preliminar de los hechos, alrededor de las 15:00 hora local del sábado (08.00 GMT) el asaltante disparó a su comandante y a otros compañeros en una base militar a las afueras de la ciudad, para después robar armas y munición y darse a la fuga en un coche con el que se dirigió al centro de la ciudad.

"Se volvió loco"

El militar condujo hasta el recinto comercial -alrededor de las 18.00 (11.00 GMT)- donde al salir del coche comenzó a disparar con un rifle de asalto contra viandantes y automóviles.

Acto seguido, el soldado se adentró en el edificio donde continuó con los disparos de manera indiscriminada.

Durante la madrugada la Policía llego a afirmar que la situación se encontraba "bajo control", pero minutos después se escuchó un tiroteo procedente del interior del centro comercial.

El portavoz del ministerio de Defensa, Kongcheep Tantrawanit, señaló en declaraciones a los medios locales que las autoridades desconocen las razones del ataque y lo achacó simplemente a que el soldado "se volvió loco".

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