¿Fuga de película o un plan maestro trazado por la mujer de su vida? La gran escapada de Carlos Ghosn -ex mandamás de Renault-Nissan- desde Tokio hasta Beirut ha puesto en evidencia a las autoridades niponas y francesas, que siguen atando los cabos sueltos de la fuga de este magnate de la industria del automóvil en plena Nochevieja. 

Este mismo jueves, la policía turca ha detenido a siete personas, entre ellas cuatro pilotos, como sospechosas de haber ayudado a Ghosn a viajar al Líbano desde un aeropuerto de Estambul a donde llegó procedente de Japón, país en el que estaba bajo arresto domiciliario por delitos de fraude y malversación financiera. Al parecer, el magnate voló en jet privado desde el aeropuerto de Kansai, en la capital nipona, hasta Estambul, donde hizo escala antes de terminar en el Líbano, su país de origen. 

La Fiscalía de Tokio ya se ha puesto en marcha para despejar las incógnitas. ¿Cómo pudo esfumarse Ghosn sin levantar sospechas? Tenía sus movimientos y comunicaciones restringidos, y había cámaras fuera de su domicilio para vigilar la salida de su vivienda. Media docena de agentes han registrado a fondo la vivienda del magnate en la capital nipona.

Según la cadena NHK, la investigación ha comenzado por la supuesta violación de las leyes de inmigración por parte de Ghosn al salir irregularmente del país sin pasar por los controles regulares, ya que se carece de registros oficiales en Japón sobre su viaje.

El 'trilero' de los pasaportes

Clave en su fuga de Japón puede ser el hecho de que contaba con dos pasaportes franceses y uno de ellos pudo utilizarlo para entrar legalmente al Líbano, al parecer el pasado lunes. El expresidente de Nissan, de 65 años, tiene tres nacionalidades (brasileña, francesa y libanesa), pero, según fuentes conocedoras del caso sólo tenía en su poder dos pasaportes de nacionalidad francesa. 

Desde que accedió a la libertad bajo fianza el pasado mes de abril, la Justicia nipona le obligó a entregar a sus abogados los pasaportes que poseía y el jefe de su equipo legal, Junichiro Hinoraka, confirmó el martes que tenía en su poder tres pasaportes.

Inicialmente, todos los pasaportes estaban en poder de los abogados, pero en mayo pasado su defensa legal pidió cambiar algunas de las condiciones de la libertad bajo fianza y el juez permitió a Ghosn conservar uno de los dos pasaportes.

Permitió ese cambio para que Ghosn tuviera a mano un documento de identidad. Cada vez que Ghosn se desplazaba de Tokio por más de tres días necesitaba el permiso del juez.

Carlos Goshn en una imagen de archivo

Ese pasaporte francés adicional se encontraba en una caja de seguridad en poder de Ghosn y, según las fuentes citadas por NHK, la llave la tenían los abogados. En sus declaraciones a los periodistas, el martes, su abogado no mencionó este hecho.

Para enrevesar más las contradictorias versiones, las autoridades libanesas han asegurado que Ghosn entró a ese país usando un documento libanés. El mismo martes el propio Ghosn confirmó que había salido de Japón para escapar de la "injusticia" nipona, evitó dar pistas sobre cómo pudo llegar a Beirut y anunció una rueda de prensa para la semana que viene. 

¿Escondido en una caja de instrumentos?

Según varias versiones de periódicos europeos, Ghosn habría aprovechado su escasa estatura para eludir su arresto domiciliario escondido en una caja de un instrumento musical. Su esposa, la mujer de su vida, Carole Ghosn contrató a un grupo de música fake para dar un concierto de música gregoriana (a pesar de que estos cánticos no requieren de instrumentos que lo acompañen). 

Los falsos músicos no despertaron sospechas con sus bártulos. Ni a la entrada ni a la salida de la casa de Tokio en la que estaba "encarcelado" el exdirectivo de Nissan. Durante más de seis horas de viaje por carretera hasta el aeropuerto de Kansai, Ghosn viajó camuflado en una caja de la banda musical. 

Todas las miradas se centran ahora en Carole, a la que muchos apuntan como el cerebro de la gran escapada. Ambos se reencontraron en Líbano, destino final de la rocambolesca fuga. "Ha sido el mejor regalo de mi vida", declaró su esposa tras el feliz reencuentro. 

Ante los insistentes rumores, el propio Ghosn emitió un comunicado a través de sus abogados exculpando a su mujer: "Las acusaciones en los medios de que mi esposa Carole y otros miembros de mi familia desempeñaron un papel en mi salida de Japón son falsas y mentirosas. Solo yo organicé mi marcha. Mi familia no jugó ningún rol". 

Mientras se resuelve el misterio y las autoridades japonesas revisan las cámaras de seguridad de la residencia nipona de los Ghosn, Interpol ya ha emitido una orden de arresto internacional, según ha confirmado el ministro libanés de Justicia. 

La orden, conocida como "notificación roja", obligaría a las autoridades a arrestar de forma preventiva al fugitivo. Sin embargo, las autoridades libanesas no han confirmado sus intenciones y han asegurado que Ghosn entró en el país con documentación "en regla".