Japón ha celbrado las ceremonias públicas de ascenso al Trono de Crisantemo del emperador Naruhito, un evento histórico en el que el sucesor de Akihito ha proclamadosu mandato ante el pueblo nipón y ante dignatarios de 194 países.

Tras heredar el cargo el pasado 1 de mayo en otra ceremonia ante representantes políticos nacionales y de la Familia Imperial, Naruhito ha sido el protagonista de una jornada de actos solemnes que marcarán su ascenso al trono de la monarquía reinante más antigua del mundo.

Unos 2.000 invitados, entre ellos unos 70 jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, han asistido a los fastos del martes, que constituyen el acto central de un amplio calendario de celebraciones que incluye rituales sintoístas celebrados a puerta cerrada y otros convites de menor escala.

Destacados invitados en la entronización de Naruhito

La celebración del "Sokuirei Seiden no gi" -equivalente a la coronación en monarquías occidentales- ha tenido lugar en las estancias más majestuosas del hermético Palacio Imperial de Tokio, que sólo abren sus puertas para ocasiones como estas.

Ceremonia vista desde otras salas

El emperador ha subido de forma literal y simbólica a un trono construido especialmente para la ocasión, llamado "Takamikura", y protegido con cortinas y un dosel de 6,5 metros de altura, y desde allí ha proclamado su ascenso al cargo antes de recibir felicitaciones y los tradicionales saludos "banzai" ("larga vida al emperador").

Imagen de los tronos 'Takamikura' que se utilizarán en la ceremonia. Youtube: Jiji Video Center

Naruhito ha participado en estos actos ataviado con un traje ceremonial con ornamentos tradicionales que incluye un sombrero sintoísta y un bastón de madera que llevó con su mano derecha es un símbolo de dignidad. Además, estabaacompañado por su esposa, la emperatriz Masako, quien vestía a su vez un kimono de seda de doce capas y subirá a un trono adyacente al del emperador y más bajo que el suyo.

Los invitados extranjeros han contemplado esta ceremonia de una media hora de duración a través de pantallas instaladas en estancias contiguas a la sala "Matsu no ma", que por tamaño solo puede albergar a otros miembros de la familia imperial y representantes de diferentes estamentos de Japón.

Vestimenta tradicional que llevaron el emperador Akihito y su mujer, Michiko, durante su ceremonia de entronización en 1990. Pinterest: Kyuubi Rosana / AJjsjs

Entre los asistentes figuran monarcas procedentes de Europa como el rey Felipe VI de España o el heredero de la corona del Reino Unido, Carlos de Inglaterra, además de diversos representantes gubernamentales de América, África, Asia y Oceanía.

Cena de gala "al estilo occidental"

La jornada ha continuado con una cena de gala organizada en la mayor de las salas del Palacio Imerial -el "Homei-den"-, precedida de un cóctel de bienvenida donde los invitados podrán intercambiar sus primeras palabras con los nuevos emperadores, y amenizada por un espectáculo de música y danza tradicionales.

El menú comprende nueve platos de estilo occidental con ingredientes nipones, y entre ellos se servirán mariscos y pescados, espárragos envueltos en carne de res, arroz, sopa, frutas y pastelería, explicó el vicegran maestro de ceremonias de la Agencia Imperial, Jiro Okuyama.

El último tifón, todavía presente

Para esta ocasión, el número de invitados se ha reducido a aproximadamente la mitad de los que acudieron a la entronización de Akihito en 1990 (unos 4.000) con objeto de recortar gastos, señaló Mikami.

Además, los festejos del martes incluían inicialmente una caravana en la que Naruhito y Masako desfilarían en descapotable por las calles de Tokio, aunque el Gobierno decidió posponer este acto al próximo 10 de noviembre "por consideración a los graves daños causados por el tifón 'Hagibis'", dijo la misma fuente.

La entronización de Naruhito, el emperador número 126 de la historia de Japón, es la cuarta que se celebra en este país desde comienzos del siglo XX, y la segunda de la historia que cuenta una amplia presencia de invitados internacionales, tras la de Akihito en 1990.

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