El ataque con drones a la mayor petrolera del mundo en Arabia Saudí eleva la tensión en Oriente Próximo. Tras las acusaciones de EEUU, que apunta a Irán como responsable del incidente, el ministro de Exteriores de Rohani ha negado cualquier implicación de su país en el asunto al tiempo que ha denunciado una conspiración de los servicios de inteligencia para "destruir la imagen" de Irán.

El portavoz de Exteriores, Abas Musaví, calificó en un comunicado las acusaciones de Estados Unidos sobre la responsabilidad iraní en los citados ataques de "sin sentido". Musaví dijo que esas "acusaciones ciegas" carecen de "un mínimo de credibilidad" y que los estadounidenses tienen tendencia a "la mentira máxima".

Por su parte, el comandante de los Guardianes de la Revolución de Irán Amir Ali Hayizadeh, ha incrementado la retórica belicista al advertir que las bases militares y los barcos estadounidenses en el golfo Pérsico están al alcance de los misiles iraníes.

"Además de las bases estadounidenses en la región, tenemos todas sus embarcaciones, incluidos buques de guerra, a una distancia de hasta 2.000 kilómetros al alcance del fuego de nuestros misiles", ha dicho este domingo.

"La chispa de la guerra"

Hayizadeh afirmó asimismo que están "vigilando constantemente" las naves estadounidenses, según las declaraciones publicadas por la agencia semioficial Fars. "En cualquier punto en el que estén, es suficiente que se prenda la chispa de la guerra para que ataquemos sus naves", amenazó.

El comandante citó como eventuales objetivos los buques de guerra estadounidenses en el mar de Omán y sus bases militares en Catar y Emiratos Árabes Unidos.

Aunque indicó que en su opinión EEUU no busca un conflicto, subrayó que Irán ha desarrollado su capacidad defensiva y está "preparado para una gran guerra".

La tensión entre Teherán y Washington ha escalado desde que EEUU se retiró del acuerdo nuclear de 2018 y volvió a imponer sanciones el año pasado a Irán, incluido a su sector petrolero.

A esto se ha sumado una creciente inestabilidad en el golfo Pérsico, donde se han registrado en los últimos meses ataques a barcos y el derribo por parte de la Guardia Revolucionaria de un dron estadounidense.

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