La última erupción del Estrómboli, el volcán italiano, casi atrapa a unos turistas que visitaban la falda de la montaña a bordo de una embarcación. La explosión desencadenó un alud de cenizas que recorrían a gran velocidad la superficie del mar, por lo que los visitantes tuvieron que huir.

Se trata de una nube piroclástica, originada por el calor de la lava y los materiales expulsados por el volcán al entrar en contacto con la nube marina. Este flujo fue el que cubrió la ciudad de Pompeya, calcinándola.

El volcán Estrómboli, que adquiere el nombre de la isla en la que está situado, en el archipiélago de las Eolias, se puede ver desde Sicilia.

Muchos turistas acuden a él desde que el director de cine Rossellini lo inmortalizara en Stromboli, terra di Dio, una película con Ingrid Bergman que puso la primera piedra de la leyenda del volcán. 

Dos erupciones del Estrómboli han sacudido la zona este verano, una el pasado 3 de julio y otra este miércoles, dando una nueva forma al cráter de uno de los pocos volcanes activos en el mundo. 

En la anterior explosión murió un senderista que realizaba un recorrido por la ladera del volcán. Los turistas de la embarcación, esta vez, escaparon, y no hay que lamentar daños personales.