El presidente estadounidense, Donald Trump, ha llegado este sábado a Corea del Sur para realizar una visita de dos días en el transcurso de la cual espera poder reunirse brevemente con el líder norcoreano, Kim Jong-un, en la frontera que divide las dos Coreas.

Aunque el encuentro con Kim aún no está confirmado, se espera que ambos mandatarios puedan verse el domingo brevemente en la frontera y que la reunión pueda servir para avivar el estancado diálogo sobre desnuclearización. 

Después de que Trump propusiera a Kim, a través de un mensaje en la red social Twitter, reunirse brevemente en la frontera, la viceministra de Exteriores norcoreana, Choe Son-hui, calificó la propuesta de interesante y positiva para las relaciones bilaterales, en una nota publicada por la agencia estatal KCNA. Aunque también afirmó que Pionyang no ha recibido invitación oficial, se da por hecho que el régimen da su visto bueno al encuentro.

¿Trump pisará terreno norcoreano?

Más allá de un apretón de manos y un saludo, Trump ha dicho que no le importaría cruzar brevemente la divisoria, lo que le convertiría en el primer presidente estadounidense en pisar jamás territorio estadounidense. Se espera que este simbólico encuentro sirva para reactivar las conversaciones bilaterales, paralizadas desde la cumbre de Hanói de febrero.

En la capital vietnamita, Pionyang abogó por una desnuclearización gradual acompañada del progresivo levantamiento de sanciones, una oferta que Washington -que sostiene que no relajará sanción alguna mientras el régimen no elimine sus programas nuclear, de misiles y de armas químicas y biológicas- consideró inaceptable. 

Antes de despegar desde Osaka, donde participó en la cumbre del G20, Trump aseguró que en el caso de que Kim no se presente este domingo no lo interpretaría como una mala señal. "Nos han contactado muy rápido y quieren ver si podemos hacer algo, y no estamos hablando de una reunión larga, solo un saludo rápido", indicó.