El primer debate de los aspirantes demócratas a la Casa Blanca se celebró este miércoles con la participación de diez de la veintena de candidatos de este partido y con él una larga carrera presidencial en Estados Unidos que concluirá con las elecciones el 3 de noviembre de 2020.

Ante el elevado número de aspirantes, con 24 candidatos confirmados hasta la fecha, el Partido Demócrata decidió organizar dos debates con los 20 con mejores resultados en los sondeos de intención de voto, entre otros requisitos.

El debate, que se realizó en el Adrienne Arsht Center de la ciudad de Miami (Florida), reunió a los senadores Elizabeth Warren, Cory Booker y Amy Klobuchar, los representantes a la Cámara baja Tulsi Gabbard y Tim Ryan, y los ex congresistas Beto O'Rourke y John Delaney.

También Julián Castro, exsecretario de Vivienda de Barack Obama y el único hispano de la lista, Jay Inslee, gobernador de Washington, y el alcalde de Nueva York Bill de Blasio.

Descriminalizar la inmigración

La crisis migratoria en la frontera entre EEUU y México encendió el debate con el exsecretario de Vivienda Julián Castro liderando la discusión al defender la no criminalización del cruce de indocumentados.

El exsecretario de Barack Obama y el único hispano de la lista defendió la necesidad de "eliminar" la sección 1325 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que ha permitido a la Administración de Donald Trump implementar su política de "tolerancia cero" contra la inmigración ilegal.

Castro abogó porque el cruce de la frontera suponga una falta menor y de esta manera se "descriminalice" la inmigración al señalar que la citada sección se usa para "justificar la separación de familias".

El exsecretario, como luego hicieron otros aspirantes, se refirió así al salvadoreño Óscar Alberto Martínez, de 25 años, y su pequeña hija Valeria, de tan solo 23 meses de edad, cuya imagen flotando boca abajo en la orilla del lado mexicano se ha convertido en el símbolo de una crisis humanitaria que empeora día a día.

En el debate Castro se enfrentó al excongresista Beto O'Rourke, quien no ha sido partidario de eliminar esa provisión por temor a que dé vía libre a traficantes de personas y de drogas, idea desmentida por Castro y por el congresista Tim Ryan, quien señaló que esa misma norma contiene otras provisiones que se dirigen a esos criminales.

"No podemos sacrificar nuestros valores, nuestros ideales como nación por la seguridad fronteriza, podemos tener ambas cosas si actuamos de la manera correcta", enfatizó.

Por su parte, Bill Di Blaasio, alcalde de Nueva York, señaló que "tenemos que decir a cada estadounidense que cualquiera que sea lo que le pase, los inmigrantes no le han hecho eso".

Trump, el protagonista ausente

Mientras Trump realizaba su viaje para participar desde este viernes en la cumbre del G20 y decía lo "aburrido" que era el debate, los diez aspirantes criticaron buena parte del corazón de su presidencia.

El debate empezó centrándose en la economía, el punto del que más presume Trump, con un ritmo de crecimiento anual del 3,1% en el primer trimestre y un desempleo del 3,6%, en niveles no vistos en casi medio siglo.

Pero Warren atacó por la desigualdad que se mantiene en el país con una "porción cada vez más pequeña" que disfruta de la bonanza, gracias a la rebaja fiscal para las grandes empresas, mientras que no le está "yendo tan bien al resto de los estadounidenses".

Las críticas a esta situación fue común entre los aspirantes, como O'Rourke, que sorprendió a todos al decir en español que es necesario "incluir a todos en esta economía".

En el mismo sentido se mostró el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, que dijo que "hay mucho dinero en el mundo, pero está en las manos equivocadas".

Sobre salud saltaron las propuestas más progresistas de esta campaña demócrata, como la atención sanitaria universal, algo que hasta hace no mucho era impensable en el país.

Tanto Warren como Gabbard aseguraron que la salud es un "derecho humano básico" y, con matices, mayoritariamente se apoyó la idea de atención sanitaria pública para toda la población, aunque O'Rourke y Delaney se mostraron más partidarios de permitir a la gente continuar con sus planes privados de salud.

El cambio climático, otro tema clave

"Nuestra mayor amenaza existencial es el cambio climático", advirtió el excongresista Beto O'Rourke, quien insistió en que buscará eliminar la polución en caso de ser elegido y trabajar con las comunidades locales, entre ellas la ciudad de Miami, anfitriona del debate y en la "primera línea" de la lucha contra el cambio climático.

Por su parte, el gobernador de Washington, Jay Inslee, puso de relieve que en este estado del noroeste de Estados Unidos el tema es de máxima prioridad, puesto que se está construyendo un futuro a base de energía verde, y que esa una de las razones por las que compite por la nominación de su partido para las elecciones de 2020.

"La primera cosa que haría es firmar una orden ejecutiva para volvernos a comprometer con el Acuerdo de París", dijo en su momento Joaquín Castro, respecto al acuerdo internacional para luchar contra el cambio climático y del que el presidente estadounidense, Donald Trump, se retiró el año pasado.

Noticias relacionadas