En torno a una treintena de empleados de una fábrica de cerillas en la provincia indonesia de Sumatra del Norte podrían haber fallecido al incendiarse el edificio por causas todavía bajo investigación, según la Policía local.

La fábrica, que incumplía las normativas de seguridad, estaba situada en una zona residencial y las llamas alcanzaron viviendas, dejando tres niños fallecidos entre las víctimas.

"No sabemos qué provocó el incendio, pero ya ha sido extinguido", según ha dicho el jefe de la agencia de desastres Riadil Lubis. The Strait Times recoge el testimonio de uno de los testigos, que asegura que "hubo una gran explosión".

Fuentes gubernamentales aseguran que muchos trabajadores se habrían llevado a sus hijos al trabajo, por lo que constarían entre las víctimas. Además, todas ellas estaban "muy quemadas y eran difíciles de reconocer".