Theresa May afronta horas decisivas como primera ministra británica entre rumores de dimisión y nuevas conspiraciones internas en el partido conservador para forzar su salida de Downing Street. La decisión final podría llegar en cualquier momento y fuentes gubernamentales han asegurado a la prensa británica que "todo está perdido". Sin embargo, la actual premier podría esperar al lunes para oficializar la dimisión, una vez se conozcan los resultados de las europeas. Según las encuestas, el partido 'probrexit' de Nigel Farage doblaría en eurodiputados a los laboristas y conservadores. 

El diputado conservador Tom Tugendhat -uno de los candidatos que suenan para suceder a May- ha pedido a la primera ministra abiertamente que dimita cuanto antes para asumir que su plan para llevar a cabo el brexit ha fracasado. "Sólo hay una última oportunidad para hacerlo bien y ejecutar una salida ordenada. Pero ha llegado el momento para que Theresa May, sin más dilaciones, se vaya". 

Para Tugendhat, la dimisión debe hacerse efectiva tras las europeas de este 26-M. Unos comicios a los que Reino Unido concurre in extremis al haber solicitado una prórroga de un brexit

La rebelión en el seno del partido conservador es total e indisimulada. Los diputados 'tories' están estudiando fórmulas para forzar los estatutos del partido y provocar una moción de confianza que tumbe el turbulento mandato de May, marcado por las tortuosas negociaciones con Bruselas para ejecutar una salida de la UE que sigue pendiente. 

La previsible caída de May se ha precipitado al presentar la primera ministra el enésimo plan para salvar el acuerdo de retirada, que incluye la posibilidad de realizar un segundo referéndum sobre el 'brexit'. El nuevo plan no ha reunido los apoyos necesarios y el apoyo a su viabilidad se desmorona. 

Un nuevo plebiscito es una opción que nunca había contemplado May pero a la que se ha visto empujada tras la ruptura de las negociaciones con Corbyn y la pérdida de paciencia de su gabinete.