Como era de esperar, la entrada en el Congreso de los Diputados de los 24 políticos de Vox tras las elecciones generales del pasado domingo ha sido celebrada por las grandes figuras de la ultraderecha europea. A través de sus redes sociales, políticos como Marine Le Pen, lideresa de la Agrupación Nacional (AN) francesa, Jörg Meuthen, co-preside Alternativa para Alemana (AfD) o Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad (PVV) neerlandés, han felicitado a Santiago Abascal por el resultado electoral de Vox.

En español, Meuthen, presidente de AfD junto a Alexander Gauland además de cabeza de lista del partido ultra germano de cara a las próximas elecciones europeas, tuiteaba aludiendo a Abascal y su partido: “Nuestras felicitaciones a los grandes ganadores de las elecciones”. Marine Le Pen hacía lo propio hablando del “joven y vigoroso” Vox que ha protagonizado una “impactante entrada en el Parlamento”.

Por su parte, Wilders felicitaba a Abascal desempolvando en sus redes sociales una foto que se hizo junto al líder de Vox hace dos años en aquella reunión de Coblenza (oeste alemán) en las que las ultraderechas del 'viejo continente' quedaron para hablar de la “primavera patriótica”, o lo que es lo mismo, del auge de partidos nacionalistas que amenazan el proyecto de integración europeo.

Discreto lugar en el mapa

Pese a estas felicitaciones de rigor, la cita electoral del 28-A ha dejado a Vox en un discreto lugar en el mapa de las ultraderechas europeas. Ya hay en en suelo europeo un amplio abanico de partidos escorados al máximo a la derecha que gobiernan, 'toleran' gobiernos o ejercen un papel de líder en la oposición. Con sus 24 diputados, Vox no hará ninguna de estas cosas.

AfD, por ejemplo, es el principal partido de la oposición en el Bundestag. En Francia, Le Pen consiguió un notorio 21,3% en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas. En la segunda vuelta, en la que fue derrotada por Emmanuel Macron, Le Pen se hizo con un 33% del apoyo del electorado. El PVV neerlandés ha apoyado en Los Países Bajos a gobiernos de centro-derecha en minoría, consiguiendo la puesta en marcha de algunos puntos de su agenda

Logrando mejores resultados que el 10,2% de Vox en España, otras fuerzas de ultraderecha gobiernan en varios puntos de Europa. Es el caso del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), que consiguió el voto de uno de cada cuatro electores en la república alpina en las elecciones de hace dos años. El FPÖ es socio de Gobierno que encabeza el canciller Sebastian Kurz, líder del Partido Popular de Austria (ÖVP).

El 26% cosechado por el FPÖ del vicecanciller austriaco Heinz-Christian Strache es uno de los mayores porcentajes obtenidos por un partido de ultraderecha en Europa, sin obviar, claro está, el 49,2% firmado hace un año en las últimas elecciones generales del país magiar por Fidesz-Unión Cívica Húngara, partido del primer ministro Viktor Orbán.

La Liga Norte italiana, gracias al 17,4% cosechado en las últimas elecciones generales del país transalpino, controla cinco ministerios del Gobierno de Giuseppe Conte, incluido el Ministerio del Interior, en manos de Matteo Salvini. Los Demócratas Suecos, los Finlandeses y el Partido Popular Conservador de Estonia son otros partidos que han cosechado algo más de un 17% de los votos en las últimas grandes citas con las urnas en sus respectivos países.

Vox, entre las ultraderechas menos votadas

Lejos de haber logrado una cifra así, Vox figura entre los partidos con menor peso político en los mapas que muestran la representación política de las formaciones de ultraderecha en Europa. En esas representaciones, Abascal y los suyos sólo parecen haber mejorado los últimos resultados electorales de los Patriotas Unidos de Bulgaria (9%) y los partidos de inspiración neo-nazi Amanecer Dorado en Grecia (7%) y Partido Popular - Nuestra Eslovaquia (8%).

Esta realidad, sin embargo, no resta a Vox capacidad para perturbar en la escena política española. “Cualquier partido que cuente con un 10% en una elección nacional ya puede plantearse entrar en un Gobierno de coalición, aunque ésto no sea el caso para Vox ahora mismo, pero el partido sí puede utilizar ese porcentaje para incrementar su potencial intimidatorio”, dice a EL ESPAÑOL Takis Pappas, politólogo y profesor en la Universidad de Helsinki además de autor del libro Populism and Liberal Democracy (Ed. Oxford University Press, 2019), "Populismo y Democracia Liberal".

“Con un 10%, partidos de ultraderecha tratan de intimidar y empujar en una dirección u otra a otras formaciones políticas que estén cerca de ellos ideológicamente. En el caso de Vox, ese otro partido es el PP”, añade. Según Pappas, el partido de Pablo Casado está llamado a actuar ante el empuje de Vox. “El PP puede ahora tratar de reabsorber los votantes de Vox o tratar de moverse al centro, buscando conquistar el voto de Ciudadanos o incluso del PSOE”, abunda Pappas.

Haga lo que haga el PP tras la aparición de Vox en el Congreso de los Diputados, según Kai Olaf-Lang, experto en cuestiones europeas del Instituto Alemán para Asuntos Internacionales y de Seguridad, el partido de Abascal ha “normalizado” a España políticamente. “España está en Europa y en la mayoría de los parlamentos de los países de la UE hay partidos nacionalistas de derechas. España, junto a Portugal, ha sido una excepción todo este tiempo”, apunta Lang a EL ESPAÑOL. “Pero ahora España ha dejado de ser una excepción”, concluye.