Los atentados del 13 de noviembre en París dejaron miedo, angustia y desolación en el pueblo parisino y europeo. En varios atentados repartidos y ejecutados simultáneamente en seis puntos de 'la ciudad del amor', murieron un total de 130 personas.

Todo comenzó a las 21:16 en el Estadio de Francia, mientras se jugaba un partido de fútbol. A lo largo de la noche se sucederían otros cinco ataques: en la calle Bichat, de nuevo en el Estadio de Francia, en la sala Bataclán, en la calle de Charonne y de nuevo en el Estadio.

Fue el ataque a Bataclán, donde se desarrollaba un concierto de Eagles of Death Metal, el más sangriento de todos. Los terroristas entraron con fusiles de asalto AK-47 y dispararon durante 15 minutos a la multitud, dejando 80 muertos.

Fue en ese caos de música, gritos y disparos donde Floriane y Johannes lo perdieron todo. Sus respectivas parejas murieron: Florianes perdió a su entonces pareja Renaud, a quien conocía desde los 16 años, y Johannes perdió a su esposa Maud. Dos años después se casarían.

'Berenice' significa 'quien lleva la victoria'

Floriane y Johannus se enfrentaron al mismo tipo de dolor, la pérdida del amor de sus vidas, de sus compañeros. "Cuando mi padre me dijo que Renaud había muerto, para mí fue el fin del mundo", cuenta Floriane a Radio Canada. "Íbamos a casarnos pronto", añade. "Entonces, de repente, tienes que aprender a vivir por tu cuenta, eso es lo que es difícil".

Floriane decidió cambiar de vida. Se mudó y cambió de trabajo. "Tenía miedo, en realidad. Era miedo y ansiedad importante", explica. Y un día, navegando entre grupos de Facebook de víctimas, conoció a Johannes. Él le contestó a un post de ella. Compartían la misma experiencia, el mismo dolor. Y eso les ayudó a conectar.

Dos años después, en octubre de 2017, Floriane y Johannes se casaron. Poco después nacería su hija Berenice, que significa 'quien lleva la victoria'. "Es una victoria sobre la vida... estar siempre allí y poder seguir centrándonos en el futuro", dice Floriane.

Floriane y Johannes con la pequeña Berenice. Radio Canada.

Una victoria agridulce

A pesar de haber rehecho sus vidas, de haber encontrado un apoyo incondicional a algo que es difícil de explicar y que poca gente sabe cómo es, Floriane y Johannes se sienten abandonados por el Estado francés: más de tres años después, todavía no han recibido la compensación financiera que Francia da a las víctimas en este tipo de atentados.

Floriane siente que, como ha rehecho su vida, eso "disminuye el drama que viví", lamenta. Cree que la demora del embolso de su indemnización se debe a que ha rehecho su vida. "Sentimos que estamos siendo castigados por nuestros esfuerzos", dice Floriane. 

"Somos frágiles, dice Johannes. "Cada paso que damos nos hace un poco más resistentes, un poco más fuertes, de todos modos". Del total de 300 millones de euros que el Estado va a destinar a los afectados física o psicológicamente, solo 85 millones han llegado a sus destinatarios.