Una de las familias más ricas de Alemania va a donar once millones de dólares (unos 9,7 millones de euros) a fines benéficos tras descubrir la intensidad de los lazos de sus antecesores con el régimen nazi, que emplearon reos como mano de obra forzada, informan este lunes medios alemanes.

La familia Reimann, a la que los listados de "Manager Magazin" y "Bilanz" sitúan entre las más acaudaladas de Alemania, ha tachado de "repugnantes" los crímenes que han salido a la luz tras una investigación del diario "Bild".

Albert Reimann y su hijo de igual nombre emplearon civiles rusos y prisioneros de guerra franceses en sus empresas en Ludwigshafen durante la era nazi (1933-1945), permitiendo el trabajo forzado de personas en la planta de químicos industriales y también en su propio hogar.

Según la investigación, las trabajadoras que fueron forzadas a trabajar, tenían que hacer fila desnudas afuera de las barracas de la fábrica. Quienes se negaban a hacerlo eran violadas. A los hombres se les golpeaba y pateaba. Además, se ha evidenciado que ambos eran antisemitas, que apoyaron a Adolf Hitler y que el mayor de ellos ayudó financieramente a las SS desde 1931.

En 1937, Reimann hijo envió una carta a Himmler, líder de las SS, diciendo que "somos un negocio familiar íntegramente ario desde hace más de cien años”, dijo. “Los dueños somos adeptos incondicionales de la teoría racial”.

"Estos crímenes son repugnantes"

Ambos antecesores de la familia Reimann y líderes del conglomerado familiar JAB Holding Company eran "culpables" y los hechos “encajan completamente” con lo que sospechaba la familia, dice Peter Harf, portavoz de la empresa. “Reimman padre y Reimann hijo fueron culpables”, dice Harf. “Debían estar en prisión”. 

La familia fue la que solicitó hace tres años una investigación en profundidad sobre los lazos de sus antecesores con el nazismo y quedaron "sin palabras" al afrontar los resultados del estudio, "avergonzados y blancos", señaló el portavoz.

"No hay nada que pasar por alto. Estos crímenes son repugnantes", afirmó Harf, quien añadió que la familia quiere hacer público el informe una vez que se concluya. Por el momento no ha trascendido a qué fines se van a destinar concretamente los once millones de dólares.

Pero esta no es la única empresa alemana que en durante el nazismo utilizó trabajos forzados. La empresa Mercedes tuvo a casi 40.000 trabajadores como mano de obra forzada, Volkswagen unas 12.000 personas, incluyendo prisioneros de campos de concentración y Deutsche Bank y otras empresas obtuvieron grandes beneficios con la incautación de bienes a judíos.

Un patrimonio multimillonario

La familia solicitó esta investigación tras examinar unos documentos de su archivo privado que ponían en duda las conclusiones de un informe de 1978 en el que se apuntaba que las relaciones con el régimen nacionalsocialista eran menores.

Los Reimann controlan conocidas empresas de alimentación y restauración (Panera Bread, Krispy Kreme Doughnuts, Jacobs Douwe, Bruegger's y Pret A Manger), pero tiene intereses en otros sectores como el de los cosméticos (Coty, Wella).

La revista económica alemana "Manager Magazin" les estimaba una riqueza de 33.000 millones de euros el año pasado (y los situaba como la familia más acaudalada del país), mientras que "Bilanz", en agosto pasado, elevaba su fortuna a los 20.000 millones de euros