Los jueces de apelación de La Haya han elevado la condena a Radovan Karadzic, que era de 40 años, a cadena perpetua por el genocidio de Srebrenica (1995), que supuso el asesinato de alrededor de 8.300 personas, y por el asedio de Sarajevo, en el que la cifra de víctimas asciende a 12.000.

Con esto, el criminal pasará el resto de sus días (tiene 73 años) entre rejas. La decisión firme llega después de 10 años de litigio y reunión de pruebas.

El magistrado presidente del tribunal, Vagn Prüsse Joensen, ha dicho que el fallo de primera instancia, de 40 años, "reflejó de forma inadecuada la extraordinaria gravedad de la responsabilidad de Karadzic en la comisión de los crímenes".

El expresidente de la República de Srpska había solicitado la repetición de todo el proceso legal por supuestos "errores de Derecho", pero los jueces rechazaron todos sus argumentos. "Karadzic ha ofrecido una interpretación alternativa de los hechos, pero ha errado a la hora de demostrar errores de la cámara de primera instancia", ha defendido el juez presidente.

Inmutable

Los magistrados han confirmado la culpabilidad de Karadzic por el genocidio de Srebrenica, cinco crímenes de lesa humanidad -persecución, exterminio, asesinato, deportación y actos inhumanos- y cuatro crímenes de guerra -asesinato, terror, ataques ilegales a civiles y toma de rehenes-.

La sentencia considera que la Fiscalía no ha sido capaz de probar un cargo adicional de genocidio por los asesinatos en algunos municipios de Bosnia-Herzegovina, pero considera que la sentencia en primera instancia de 40 años de cárcel "no era razonable" debido a la gravedad de los crímenes.

El veredicto ha sido recibido con alegría por familiares de víctimas, que horas antes la lectura de la sentencia colocaron fotografías de sus seres queridos delante del tribunal, mientras que Karadzic se mostró inmutable en todo momento.