Luis y Esperanza son los padres de Luis Carlos Díaz, el periodista hispano-venezolano que fue detenido por el servicio de inteligencia venezolano (Sebin) a principios de esta semana.

Ellos viven en Barcelona desde hace 6 años, cuando Maduro llegó al poder. Luis y Esperanza tenían negocios fructíferos, así que comenzaron a recibir extorsiones, por lo que decidieron venir a España, donde vive una de sus hijas. Ahora, regentan un café en un barrio de la ciudad.

Tras conocer la liberación de su hijo, que estuvo dos días retenido por el Sebin, dicen estar "bastante más tranquilos, sabemos que está en casa con su esposa", explica en Espejo Público. Al periodista lo acusaban de alentar o participar en el apagón que Venezuela ha sufrido durante seis días.

"Han desestimado la acusación del sabotaje eléctrico, ahora solo lo acusan de instigación", dice su padre, Luis. El padre del periodista añade que sobre su hijo pesarán medidas cautelares como la prohibición de salir del país. "Esperamos que se desarrolle de la mejor manera", dice Luis.

El Sebin robó los anillos de boda de Luis y su mujer

Luis asegura que sobre su hijo "se hizo un montaje". "Editaron una conversación en la que hablaba de un apagón informativo como si fuera el apagón eléctrico", explica. "Necesitan culpar a alguien de sus errores", dice el padre del periodista.

Agentes de policía y del servicio de inteligencia entraron en la casa del periodista, donde se encontraba su mujer, Naky Soto. "El Sebin hizo un allanamiento, fue retenido su equipo de ordenadores, discos duros, la información digital, pen drives...", dice su padre.

Naky padece un cáncer, y necesita operarse. "Estaban ahorrando, y se llevaron ese dinero, y sus joyas", cuenta Luis. La madre del periodista, Esperanza, asegura que "esa es la policía que hay en Venezuela". Habla de que la Policía del país se comporta de manera abusiva: "Quiere sembrar miedo, angustia".

Aunque Luis y Esperanza aseguran que, de momento, se quedarán en España, su hijo no tiene previsión de marcharse de Venezuela. "Él se quiere quedar allí, le gusta lo que hace y quiere seguir luchando", dice su madre.

Después de la conversación con sus padres, desde Espejo Público han contactado con el periodista, pero asegura que al estar "vigilado", no puede dar declaraciones sobre su situación actual