La fecha elegida, el 23 de febrero, prometía ser un punto de inflexión en el proceso de recuperación de la democracia en Venezuela. Juan Guaidó desafió la prohibición del gobierno de facto del tirano Nicolás Maduro para salir del país y se plantó en la frontera del lado colombiano, junto al presidente vecino, Iván Duque; el chileno, Sebastián Piñera, y el paraguayo, Mario Abdo Martínez, para dar salida a los camiones con ayuda humanitaria acumulada durante un mes para visualizar ante el mundo la maldad del régimen chavista: si dejaban pasar la comida y las medicinas, quedaría claro que los venezolanos lo necesitan; si no lo hacía, se demostraría su insensibilidad.

Guaidó, presidente encargado desde enero, nombrado por la Asamblea Nacional -único órgano legítimo que queda en el país caribeño- se subió a un camión y se dejó fotografiar como si lo fuera a manejar él mismo. Y al cabo de las horas, con los puentes bloqueados por las fuerzas maduristas -la oficial Policía Nacional Bolivariana (PNB), y los extraoficiales colectivos armados-, dos de los ocho camiones que entraban desde Cúcuta empezaron a arder.

¿Había dado la orden el régimen? ¿Los agentes de la PNB habían prendido fuego al cargamento de alimentos y medicamentos? ¿Tan lejos llega su crueldad?

Juan Guaidó, subido a un camión de ayuda humanitaria en Cúcuta. E.E.

Inmediatamente a los hechos, un periodista venezolano, Luis Gonzalo Pérez, colgó un tuit culpando a la PNB. Si algunos de sus integrantes -al menos cinco- habían desertado cruzando el puente hacia Colombia en esa mañana, era creíble imaginar que, en su desesperación el régimen haría lo que fuera por evitar "la invasión con la excusa de los víveres que quieren traer los yanquis a Venezuela".

Al periodista lo siguió, retuiteando el post de NTN24, el senador estadounidense Marco Rubio. Tras él, John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump; y finalmente, el secretario de Estado, Mike Pompeo. Ninguno ofreció pruebas, pero todo el mundo libre aceptó la versión, absolutamente creíble -tras la represión criminal de 2014 y 2017, tras la diáspora de millones buscando comida y medicinas...- de que "Maduro dio al orden de quemar los camiones".

Sin emabrgo, una investigación del New York Times desmiente esta posibilidad. Con vídeos hasta ahora no publicados, gráficos y repaso a todas las evidencias recabadas, queda claro que la hipótesis más plausible es que uno de los cócteles molotov lanzados por los voluntarios venezolanos que, desde Colombia trataban de entrar los ocho trailers cargados de ayuda humanitaria que habían salido de Cúcuta, cayó sobre uno de ellos y provocó el incendio.

Más sanciones

El caso es que hasta el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, escribió en su Twitter que "el tirano en Caracas bailó" mientras sus secuaces "quemaban alimentos y medicinas". El Departamento de Estado había publicado un video que pretendía demostrar que el heredero de Hugo Chávez había dado la orden. Y la oposición democrática venezolana reprodujo las imágenes hasta la saciedad. Pero faltaban unos segundos, según los contadores de las cámaras.

El diario estadounidense New York Times ha comparado las imágenes inéditas que ha logrado obtener con las emitidas, y ha hallado un corte de tiempo en las que emitió la Administración estadounidense. Así, se ha podido reconstruir la secuencia de los hechos comprobando que fue un cóctel Molotov lanzado por un manifestante antigubernamental el desencadenante más probable para el incendio.

En pleno fragor del enfrentamiento, este manifestante lanzó una botella repleta de líquido incendiario hacia los agentes de la PNB, que bloqueaban el puente entre Colombia y Venezuela. Pero el trapo usado para encender el cóctel Molotov se separó, y salió ardiendo hacia uno de los camiones cargados con ayuda humanitaria.

Medio minuto después, ese camión estallaba en llamas.

Dos camiones arden en la frontera con Colombia

La quema de los trailers fue motivo para redoblar las presiones sobre el régimen venezolano, acompañadas de una condena generalizada de las democracias occidentales. De hecho, Mike Pence, vicepresidente de EEUU, anunció nuevas sanciones para los gerifaltes de Maduro.

La crisis más profunda

Más de tres millones de personas han huido del país debido a la crisis humanitaria causada por la desastrosa gestión de la economía por parte de Maduro. Los opositores políticos que han permanecido en el país se enfrentan a la represión de sus fuerzas de seguridad, con cientos de presos políticos, torturados y forzados al exilio

La depresión social y económica del país se ha demostrado esta semana, en la que durante ya tres días se ha sucedido un casi continuo apagón en casi todo el país.

La falta de fluido eléctrico ha provocado que casi todos los hospitales -sin capacidad de poner en ,marcha los generadores autónomos por falta de gasóleo- hayan suspendido operaciones, hayan cerrado unidades neonatales, y han visto cómo sus incubadoras o máquinas de diálisis dejaban de funcionar. Al menos, 17 personas han muerto por estas causas según confirmó el propio Juan Guaidó este domingo.

El envío de ayuda creó un enfrentamiento diferente a cualquier otro en la frontera entre Colombia y Venezuela en años.

El 23 de febrero, la oposición de Venezuela planeaba perforar un bloqueo militar por parte de Maduro, esperando que las fuerzas de seguridad del presidente desertaran en lugar de detener la ayuda tan necesaria. Argumentaron que seguiría una cascada de deserciones en el ejército, que eventualmente derrocaría al gobierno.

Aquel día, el Gobierno de Colombia se convirtió rápidamente en un refuerzo principal de la teoría de que Maduro había estado detrás del fuego. La vicepresidenta Marta Lucía Ramírez publicó una foto de lo que dijo que era "uno de los camiones incinerados por pandillas por orden de Maduro".

Después de que el camión fue destruido, el Gobierno colombiano envió imágenes de CCTV desde el puente a funcionarios estadounidenses y periodistas colombianos, según los funcionarios y periodistas que los recibieron. Las imágenes fueron editadas para mostrar círculos alrededor de las fuerzas de seguridad venezolanas arrojando recipientes de gas lacrimógeno, que explotan en el impacto, hacia el convoy de ayuda.

Imágenes posteriores muestran que el camión se convirtió en humo, lo que implica que fueron los funcionarios venezolanos los responsables.

Pero las imágenes distribuidas por el Gobierno colombiano eliminan el período de 13 minutos antes de que comience el incendio. Funcionarios de la oficina del presidente Duque no publicaron el vídeo completo luego de repetidas solicitudes del New York Times.

Los manifestantes que lanzaron cócteles molotov desde el puente insistieron en que las fuerzas de Maduro, no sus bombas caseras, iniciaron el fuego.

"Cada uno de los camiones quemados por Maduro llevaba 20 toneladas de alimentos y medicinas", escribió el senador Marco Rubio en Twitter, repitiendo un reclamo publicado por una red de noticias colombiana que estaba en la escena. "Esto es un crimen y si el derecho internacional significa algo, debe pagar un alto precio por esto".

El portavoz de Rubio se contactó con el periódico estadounidense este sábado para dar su versión acerca de la quema de los camiones y dijo en un comunicado que "Maduro es el único responsable de la destrucción de la ayuda humanitaria".

Juan Guaidó, el líder de la oposición de Venezuela, ha sostenido fervientemente que la ayuda contenía medicamentos y que también fue quemada por el régimen de Maduro.

Cuando The Times se comunicó con Edward Rodríguez, portavoz de Guaidó, éste contestó que "no tenía la información exacta" y remitió preguntas a Gaby Arellano, un legislador a cargo de la distribución de la ayuda.