Los niños siameses nacidos en Yemen que necesitaban tratamiento urgente en el extranjero han fallecido este fin de semana en el país, según ha confirmado el Ministerio de Salud, controlado por Houthi.

Los menores nacieron con dos cabezas en un mismo cuerpo. Compartían las extremidades y órganos reproductores, pero cada uno contaba con un corazón, una espina dorsal, estómago, hígado y riñones. Los médicos que trataron a Abd al-Khaleq y Abd al-Rahim, de dos semanas de edad, en la capital, Sanaa, habían reiterado que los niños no podían sobrevivir dentro del sistema de salud devastado por la guerra de Yemen y que tenían que ser llevados al extranjero.

Pero el aeropuerto en Sanaa, controlado por Houthi, ha estado cerrado a vuelos civiles desde 2015 porque la coalición liderada por Arabia Saudí tiene control sobre el espacio aéreo yemení. Solo los aviones de los Estados Unidos pueden aterrizar allí actualmente y la reapertura del aeropuerto es un objetivo clave de las conversaciones de paz dirigidas por los Estados Unidos que comenzaron con las negociaciones en Estocolmo en diciembre.

Una organización saudí, el Centro King Salman para Obras de Ayuda Humanitaria y Socorro, había tratado de llevar a los niños al extranjero para recibir tratamiento. Sin embargo, el traslado no ha llegado a realizarse y los menores han fallecido. 

En un comunicado publicado por las noticias de Saba, dirigidas por los hutíes, el Ministerio de Salud explica que las muertes reflejan la situación humanitaria y de salud que viven los niños de Yemen como resultado de la guerra.

Cruento conflicto

La guerra de casi cuatro años de Yemen enfrenta al movimiento Houthi, alineado con Irán, contra una coalición respaldada por Arabia Saudita que intenta restaurar el gobierno de Abd-Rabbu Mansour Hadi, después de que fuera derrocado del poder en Saná por los hutíes en 2014.

El conflicto ha matado a decenas de miles de personas, ha propiciado el colapso de la economía y ha llevado a millones de personas al borde del hambre y la pobreza más extrema.