El debate del estado de la Unión se celebra la noche de este martes en Washington. La réplica después del discurso presidencial supone un esfuerzo político contundente, y en la mayoría de las ocasiones el análisis recae más sobre quién lo hará que el resultado de la réplica.

En 2017, el elegido para contestar al presidente fue Steve Beshear, un hombre blanco y moderado, de 72 años y exgobernador del Estado de Kentucky. Con este replicante, se buscó apelar a los votantes viejos, blancos y sureños, quienes que les mandaron a la oposición en 2016, ya que este grupo social fue ampliamente conquistado por la campaña de Trump.

Al año siguiente, en 2018, fue Joseph Kennedy III, quien no hizo otra cosa que reflejar el abismo insustancial en el que se encontraban los demócratas tras el primer año de oposición del gobierno de Trump.

Un perfil diferente

Ahora, el perfil replicante ha cambiado radicalmente. La elegida es Stacey Abrams, una mujer negra, de 45 años, abogada y escritora y con un origen tan humilde como las granjas del sureño Estado de Mississipi. Abrams es la primera mujer negra que ofrece la réplica a este discurso.

Fue líder de la minoría demócrata en la cámara baja de Georgia, así como la candidata a gobernadora del Estado el pasado noviembre. A pesar de sus altos índices de aprobación, que superaban por 15 puntos los de su contrincante, perdió.

A pesar del fracaso local, Abrams ha conseguido llegar a la réplica a Trump debido a que es "una líder dinámica que ha proporcionado resultados en la madre de todos los temas: los derechos electorales”, según ha dicho Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado.

A pesar del voto de confianza, los demócratas se guardan la decisión de si se presentará para conseguir un escaño por el Estado de Georgia en el Senado en 2020. Por este estado ha desarrollado toda su carrera política, pues entre 2007 y 2017 ha pasado por su Cámara de los Representantes.

Uno de los puntos fuertes en la campaña de Abrams tiene que ver con la sanidad. Su padre tuvo cáncer, y en el humilde hogar que compartía con otros cinco hermanos, todos los esfuerzos familiares se unieron para hacer frente a las facturas médicas.

También centra su discurso en apoyo a la inversión en educación -se endeudó durante años para poder pagar sus estudios-, además de mostrarse a favor de eliminar la pena de muerte y la despenalización de la posesión de marihuana en pequeñas cantidades.

"Yo soy quien ha luchado por la comunidad latina"

Abrams ha estado presente en los últimos años en la primera línea política del Partido Demócrata: fue una de las oradoras en la Convención Nacional Demócrata en 2016, durante la oficialización de la candidatura de Hillary Clinton a la presidencia. Además, expresidentes como Barack Obama y Jimmy Carter han expresado su apoyo.

"Yo soy la candidata que consistentemente ha luchado por la comunidad latina. Y, al contrario que mi oponente, yo no utilizo el lenguaje de odio que ha salido de la Casa Blanca para hablar de la comunidad latina”, dijo en una ocasión.

Sus discursos tienen gran presencia de consignas antiracistas: "En 2018, en las primarias demócratas aumentamos la participación afroamericana en un 43%, y la participación latina en un 400%. Ese incremento muestra que la gente entiende que sus voces importan”.

Su dura postura ante Donald Trsump podría marcar el camino que seguirá en su discurso en el Estado de la Nación. "Sabemos que en 2016, la gente estaba preocupada de Donald Trump, pero no hicieron nada al respecto".

"Creían que estábamos tan protegidos que su conducta no tendría un impacto" dice Abrams. Creo que la gente está más involucrada, porque entienden las consecuencias de no votar", añade abrams.