Lima

Más de 23 mil peruanos están llamados a las urnas este domingo 9 de diciembre para modificar la Constitución de 1993, impulsada bajo el gobierno de la época de Alberto Fujimori.

El ejecutivo del presidente Martín Vizcarra busca con el referéndum aumentar la confianza en el poder judicial seriamente deteriorada, y dar transparencia a los fondos utilizados por los partidos políticos para evitar la corrupción. También pretende flexibilizar el Congreso que a menudo se opone a sus iniciativas y crear la cámara del Senado. Las preguntas, que deben responderse de manera separada, son: 

1. ¿Aprueba la reforma constitucional sobre la conformación y funciones de la Junta Nacional de Justicia, antes Consejo Nacional de la Magistratura?

2. ¿Aprueba la reforma constitucional que regula el financiamiento de organizaciones políticas? 

3. ¿Aprueba la reforma constitucional que prohíbe la reelección inmediata de parlamentarios de la República? 

4. ¿Aprueba la reforma constitucional que establece la bicameralidad en el Congreso de la República?

Pero más allá de las cuestiones técnicas, los peruanos buscan con este referéndum poner un punto y aparte en la crisis política en la que se encuentra Perú. 

Recientemente hemos conocido la resolución judicial de prisión preventiva para la líder de la oposición Keiko Fujimori por lavado de dinero. Su padre que gobernó el país con mano de hierro entre 1990 y 2000, está condenado por responsabilidad en asesinatos, apropiación de fondos públicos y falsedad ideológica. El indulto que le proporcionó el expresidente Pedro Pablo Kuczynski, unido a sus escándalos de corrupción provocó su renuncia en marzo de este año.

Alan García, presidente de 1985 a 1990 y de 2006 a 2011 ha vuelto esta semana de Uruguay donde pidió asilo político para esquivar las acusaciones de tráfico de influencias y sobornos. Alejandro Toledo (2006 a 2011) continúa en Estados Unidos a la espera de poder ser extraditado, se le acusa de haber recibido 20 millones de dólares en sobornos.  Ollanta Humala, presidente de 2011 a 2016 no se salva de la lista, pasó diez meses en prisión preventiva por lavado de dinero y asociación ilícita. Ahora está siendo investigado.

Por si fuera poco, el poder judicial también está en tela de juicio desde que se empezaran a difundir a principios de este año los llamados “audios de la vergüenza” en los que jueces y miembros del Consejo Nacional de la Magistratura aparecen con evidencias de haber participado en supuestos actos de corrupción y tráfico de influencias.

Según Carlos Malamud, investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano, entrevistado por EL ESPAÑOL, el presidente actual Martín Vizcarra, que recogió el mandato tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski “ha planteado este referéndum como una apuesta política más allá del interés de la reforma de la Constitución. Quiere ganar el pulso con el Congreso, de mayoría fujimorista, que busca situar a sus candidatos en las mejores condiciones en lugar de facilitar la gobernabilidad del país”.

Sin embargo el partido de Keiko Fujimori, Fuerza Popular, ha dado libertad de conciencia a sus congresistas para votar en el referéndum. El propio Carlos Tubino, portavoz del partido, relata a EL ESPAÑOL que votará a favor de algunas cuestiones a pesar de que se opone a su celebración “el presidente Martín Vizcarra ha tomado esta votación como una bandera política; al final suena bien que la población va a decidir y se le da la participación a la población, así ha ganado apoyo popular, pero es una campaña populista con un fin personal y de desprestigio del Congreso”. Él será uno de los afectados si este domingo los peruanos prohíben a los parlamentarios repetir mandato. La totalidad de la cámara debería en ese caso ser renovada en su totalidad cada cambio de legislatura.

Es algo con lo que está de acuerdo Julia Pizarro. Ella será una de los 131.000 peruanos que van a votar desde España, adonde llegó hace más de 10 años, y donde trabaja como administrativa: “¿Por qué una constitución tiene que esperar 20 o 30 años en ser renovada? Las poblaciones cambian y nosotros con internet, también cambiamos.  Me parece bien que haya cambios y referendums.

Me habría gustado que se me preguntara también por el matrimonio entre ambos sexos o las leyes de maltrato a la mujer” declara a EL ESPAÑOL  esta peruana enamorada de Madrid.  “A mí no me gustan los fujimoristas, entre otras cosas porque me hicieron salir de mi país, así que lo que ellos digan que está mal, para mí estará bien”, argumenta poniendo además de relieve que en Perú existe un sentimiento muy bajo de representación de la población en las instituciones políticas.

Es una opinión que no comparte Ernesto Nélida, funcionario del estado, que votará en Lima no a las preguntas propuestas, para él la constitución debe ir más allá de motivaciones circunstanciales. “Si además de aumentar el número de congresistas creando el Senado, les prohibimos repetir el mandato, estamos creando una masa de gente improvisada en la política de baja calidad. Va a ser más de lo mismo y peor”. 

Las encuestas ya han dado muestra del ascenso de popularidad del presidente Martín Vizcarra, que al no haber accedido a la presidencia a través de elecciones no tiene la legitimidad de las urnas. Esas mismos estudios anuncian que los peruanos darán vía libre a las reformas, exceptuando a la de la creación del Senado. Sin embargo, tal como destaca Carlos Malamud, de el Real Instituto Elcano, poniendo el ejemplo de Andalucía, las recientes experiencias en elecciones en las que ha habido un resultado no previsto de la derecha conservadora a nivel mundial hace que no podamos predecir lo que va a pasar en este referéndum.