Angela Merkel y Emmanuel Macron han celebrado una cumbre bilateral extraordinaria este domingo en la que han reafirmado el eje franco-alemán ante "la encrucijada que vive Europa", según han dicho. En Berlín, la canciller alemana ha recibido al presidente francés quien, en un discurso ante el Parlamento alemán con motivo del Día del Duelo Nacional, había apelado a la unidad de Europa para enfrentar los desafíos globales y subrayó la responsabilidad franco-alemana para dotar a la Unión Europea de mayor soberanía.

Merkel y Macron subrayaron en un encuentro con la prensa antes de una reunión bilateral los intensos seis meses que quedan por delante antes de las próximas elecciones al Parlamento Europeo. "Nos hemos propuesto numerosos asuntos para diciembre para el Consejo Europeo, también de cara a las elecciones europeas de la primavera que viene", dijo Merkel.

La canciller auguró importantes discusiones sobre el futuro de Europa en el próximo medio año y expresó su convencimiento de que hay que seguir trabajando en el plan presentado por Francia y Alemania en junio pasado en Meseberg.

Subrayó la necesidad de discutir con los socios europeos acerca de las decisiones que se pueden tomar tanto para el futuro de la eurozona como para cuestiones como la digitalización, la cooperación en I+D, la fiscalidad, la inmigración, la defensa de Europa y el tema de un ejército europeo a largo plazo.

Macron, por su parte, aludió, al igual que hizo en un discurso previo ante el Bundestag, la Cámara baja del Parlamento alemán, con motivo del Día de Duelo Nacional, a la "responsabilidad franco-alemana para preparar el futuro y refundar Europa" para hacerla más soberana y unida.

Subrayó la necesidad de centrarse en aplicar el acuerdo alcanzado en Meseberg y en las nuevas decisiones que se están a punto de tomar, tanto a nivel franco-alemán como europeo, y que incluirán "encuentros en las próximas semanas y meses esenciales" antes de las próximas elecciones europeas.

La decisión sobre el brexit deberá tomarse en los próximos días y en diciembre "hay mucho que decidir" sobre cuestiones como la zona euro o la inmigración.

Merkel y Macron aludieron asimismo al aniversario en enero del Tratado del Elíseo entre Alemania y Francia de 1963 y a la intención de renovar las relaciones bilaterales sobre la base del mismo y con nuevas ambiciones y tareas de cara al futuro.

Macron señaló que existen muchas potencias que quieren frenar a Europa y que pretenden poner a sus miembros los unos contra los otros. En este orden mundial, que hay que tomarse muy en serio, "nuestra verdadera fuerza reside en la unidad", dijo Macron, quien reconoció que ciertamente "Europa no fue siempre y en todo un ejemplo".

Según el presiente, la UE tiene que aceptar que existen "ritmos diferentes" y alianzas determinadas, pero que éstas se deben crear siempre "en un espíritu de transparencia mutua" y teniendo en consideración "los intereses de una Europa unida". Para Macron, los países miembros y Francia y Alemania deben encontrar el "coraje" de "abrir un nuevo capítulo en la historia de Europa".