Las autoridades de Indonesia elevaron este sábado a 832 la cifra de víctimas mortales por los terremotos y el posterior tsunami que sacudieron la isla de Célebes el viernes pasado.

El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, señaló en una rueda de prensa en Yakarta que 821 personas murieron en Palu y las restantes 11 en la regencia de Donggala.

La catástrofe ha dejado además más de 1.000 edificios derruidos o dañados y la misión más importante ahora es restablecer la luz y las comunicaciones.

Técnicos de telecomunicaciones y transporte aéreo que llegaron esta mañana al aeropuerto de Palu ya trabajan en reparar algunas de las instalaciones eléctricas dañadas.

El aeropuerto de Palu, en el que se operan vuelos nacionales, permanece cerrado desde ayer tras resultar dañado por el seísmo, que también afectó a puentes, hospitales y puertos.

Están operativos los aeropuertos de Poso, Toli-Toli, Luwuk Bangai y Mamuju, todos en la misma región.

Las autoridades confirmaron la formación del tsunami después de que varios vídeos locales mostrasen en las redes sociales como Palu, situada en una estrecha bahía, era impactada con fuerza por las olas.

La agencia de geofísica emitió una alerta de tsunami tras el terremoto de magnitud 7,5 para advertir de olas de entre medio metro y un máximo de tres metros en la zona de Palu y que expiró a la media hora.

Según los vídeos grabados por particulares, la tromba de agua que entró en la playa Talise de Palu se llevó a su paso las estructuras y vehículos de la costa y llegó hasta una mezquita ya afectada por el terremoto, entre los gritos de los residentes.

El terremoto de 7,5 estuvo precedido tres horas antes por otro de 6,1 que provocó la muerte de una persona y 10 heridos y el derrumbamiento de varias casas.

Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.

Entre el 29 de julio y el 19 de agosto, al menos 557 personas murieron y casi 400.000 resultaran desplazadas por cuatro terremotos de magnitudes comprendidas entre 6,3 y 6,9 que sacudieron la isla indonesia de Lombok.