Trabajadores de la ONG internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) contrataron a prostitutas locales mientras trabajaban en África, según denunciaron este jueves varias exempleadas de la organización, en el un programa de la BBC. 

Las mujeres, que dieron su testimonio de forma anónima por temor a las represalias, afirmaron que los implicados formaban parte del personal encargado de la logística, lo que deja fuera de las acusaciones a los médicos y enfermeros de la  organización. Describieron esta práctica como un comportamiento generalizado e incluso una de ellas destacó que uno de los implicados afirmó que era posible intercambiar medicinas a cambio de sexo. 

Por su parte, Médicos Sin Fronteras ha verificado sus registros y no ha encontrado evidencia alguna de que sus trabajadores participaran en estos hechos que ha dado a conocer la cadena pública británica.  A través de un comunicado, la ONG ha subrayado que no han encontrado pruebas que "respalden las acusaciones formuladas en el reporte de la BBC". 

Además MSF ha recordado que "no toleramos el abuso, el acoso ni la explotación y Tenemos mecanismos para prevenir, detectar y abordar conductas indebidas de nuestros trabajadores". 

Presuntos "abusos de poder"

En citado reportaje, una de las antiguas trabajadoras de su sede en Londres contó haber presenciado cómo un miembro de alto rango de la organización llevó varias niñas a los alojamientos de MSF durante una estancia en Kenia.

Además, señaló que las testigos se sentían incapaces de hacer frente a lo que ocurría ya que el implicado gozaba de cierta autoridad dentro de MSF. "Sentí que algunos de estos hombres estaban ejerciendo definitivamente un abuso de poder. Llevaban allí un largo tiempo y se aprovechaban de su estatus como cooperantes occidentales", dijo de los implicados a los que calificó como "hombres depredadores".

Otra de las trabajadoras, que trató con pacientes con VIH en África central, afirmó que el uso de prostitutas locales era "generalizado" y que ella misma se sintió acosada sexualmente por parte de un compañero. Relató un episodio en que uno de los hombres llevó a una mujer al complejo de MSF, una práctica que poco después se convirtió en algo habitual. "Era bastante obvio que ella era una prostituta, pero él la llamaba su novia y ella pasaba noche tras noche con él", contó.



En otra ocasión, presenció como otro de sus compañeros entró en el baño con una prostituta local. "Ella me dijo después que habían tenido relaciones sexuales y que él le había pagado", aseguró. Esta denunciante puso en conocimiento de MSF el acoso al que estaba siendo sometida por parte de su compañero, y su responsable le ofreció una mediación, aunque también le comunicó que la despedirían si no solucionaba esa situación.

Una tercera mujer, también exempleada de MSF, declaró que uno de sus compañeros con alto rango dentro de la ONG aseguró que era posible intercambiar medicamentos por sexo. "Me dijo: 'es muy sencillo intercambiar medicamentos con estas chicas fáciles en Liberia'", afirmó la denunciante, que agregó que el implicado sugirió que muchas de estas chicas, que habían perdido a sus padres por la crisis del ébola, "harían cualquier cosa sexual a cambio de medicamentos".



MSF, cuyo código de conducta prohíbe el uso de la prostitución, es una de las mayores entidades benéficas internacionales que emplea a miles de profesionales de la salud y personal de logística, la mayoría contratados localmente.



Después de que se publicaran en febrero denuncias contra el personal de la organización benéfica Oxfam, porque contrató prostitutas mientras trabajaba en el extranjero, MSF admitió que había despedido a 19 trabajadores por acoso sexual el año anterior.