Un total de 18 mineros ilegales, entre ellos una mujer, han muerto después de un enfrentamiento con el Ejército en el sur de Venezuela. El Gobierno de Maduro asegura que pertenecen a un grupo de delincuentes que ejercen el control de la explotación de oro, según informa el periódico Correo del Caroní.



"Todos presentan heridas por arma de fuego producto del intercambio de disparos que hubo entre los funcionarios y el grupo armado que dirige el sector", informó una fuente militar al diario que añadió que, por el momento, los cadáveres no han sido identificados.

El enfrentamiento ocurrió el pasado sábado en la mina Cicapra de Guasipati, en el municipio Roscio del estado Bolívar por efectivos de la 51 Brigada de Infantería de Selva, una acción en la que las fuerzas de seguridad se incautaron de armas, explosivos y municiones.

"En total fueron cuatro fusiles de asalto ligero, un fusil R-15, siete pistolas de diversos calibres, tres revólveres, una escopeta y dos granadas", especificó el rotativo.

Esta franja, conocida como el Arco Minero del Orinoco y que tiene una extensión aproximada de 111.000 kilómetros cuadrados que se extienden desde el territorio de la Guayana Esequiba (oriente) hasta la frontera con Colombia (occidente), dispone de grandes reservas de oro, coltán, diamantes, hierro, bauxita y otros minerales.

Según el diario, la mujer fallecida pudiera ser una de las hermanas de Anderson Rodríguez Cuevas, quien asumió el control de Cicapra después que su hermano fuera asesinado junto a otras dos personas el 24 de septiembre de 2017.

"Anderson quedó con el control de esa zona minera después del secuestro y asesinato -el 2 de enero de 2015- de su hermano Hussni, conocido como el Menor, y quien dirigió Cicapra, Campanero, El Caolín y Florinda durante 14 años", según explicó la fuente militar.

El tamaño y la dificultad de acceso y control del vasto entorno selvático en el que se desarrolla, complica su control y facilita la minería ilegal y anárquica.

En este estado, pero en la localidad de Tumeremo bandas criminales acribillaron y enterraron en marzo de 2016 en fosas de cinco metros de profundidad a 17 mineros, lo que provocó que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, creara una "zona militar especial" para proteger el Arco Minero del Orinoco.

Sin embargo, en octubre de ese mismo año y en la misma zona hallaron enterrados dos cadáveres que presentaban varios disparos, y uno de ellos mutilaciones.

En septiembre de 2017, también en Tumeremo, 11 hombres fueron abatidos durante un enfrentamiento entre el Ejército y un grupo armado.