Estambul

Las encuestas mostraban un resultado ajustado este domingo en el referendo presidencialista en Turquía y no mentían. Alrededor de las ocho de la tarde, la agencia estatal de noticias Anadolu daba por ganador el ‘sí’ a falta de datos oficiales de la Junta Electoral, a los que únicamente tienen acceso los partidos políticos, y no lo los medios de comunicación.

Pero los partidarios del sí ya celebraban en la calle con fuegos artificiales, bocinazos, y e incluso disparos al aire en algunas zonas de Estambul. También el presidente Recep Tayyip Erdogan felicitaba a la “nación” por la decisión. El primer ministro, Bilali Yildirim, hizo un comunicado público cerca de las diez de la noche confirmando que los resultados no oficiales daban la victoria al ‘sí’. Yildirim aseguró que no hay perdedores en el referéndum: “Los ganadores son Turquía y los ciudadanos turcos”. Mientras tanto, la oposición mostraba su indignación.

Yildrim habla para felicitarse por los resultados. Reuters

El Partido Republicano del Pueblo (CHP), uno de los principales partidos en la oposición, declaró a CNN Turquía que los resultados ofrecidos por Anadolu estaban manipulados, y que han documentado una serie de infracciones electorales que usarán para contradecir al menos un 37 por ciento de los resultados. El Partido Democrático de los Pueblos (HDP) aseguró en Twitter que sus datos indican una manipulación de entre el 3 y 4%.

La oposición duda de la validez de dos millones y medio de votos, y critica que en la mayoría de los colegios electorales los observadores fueron bloqueados.

Otro asunto que está creando malestar es que la Junta Electoral (YSK) decidió en el último momento incluir en el conteo los votos sin sellar “si no se puede probar que fueran introducidos del exterior”, a pesar de haber publicado las normas de voto con anterioridad. La oposición teme un pucherazo.

En las redes sociales también han estado circulando vídeos sin verificar en los que se ve a los vocales sellando votos, presuntamente a posteriori. Varios usuarios aseguran que esto prueba las irregularidades, aunque no se ha abierto una investigación por el momento.



El medio Sosyal Kafa creó un mapa a tiempo real usando Twitter y la plataforma Feedly para recoger las irregularidades según las publicaciones de los usuarios.

Gizem, miembro de la organización del Partido Patriota (Vatan Partisi), otrora Partido de los Trabajadores, afirma que en su sede de Kadikoy, en el lado asiático, no registraron ninguna incidencia. Junto a otros cuatro partidos de la oposición habían organizado un grupo de ‘justicieros’ a los que solicitaron que se pusieran en contacto a través de WhatsApp si hubiera cualquier irregularidad. “Todo ha ido bien en nuestro colegio electoral”, dice. “Nuestra zona es bastante conservadora, y en elecciones anteriores han votado por el AKP, el partido de Erdogan. Estamos sorprendidos de que en nuestro colegio haya una mayoría de votos en contra del referendo”, añade. Durante el mes que han hecho campaña en el barrio, llamando a las puertas de las casas y hablando con la gente por la calle, varias mujeres más conservadoras, “de las que visten hiyab” dice Gizem, han preguntado qué podían hacer. 

A las 12 de la mañana, en otro colegio electoral de Kadikoy, una de las vocales aseguraba que en las primeras cuatro horas habían votado cerca de 1.500 personas. “No ha habido ningún problema”, afirmó.

Estambul celebró con efusividad el triunfo del Sí. Reuters

Algunos ciudadanos turcos se negaban a hablar del referéndum. “Es muy evidente lo que está pasando, no hace falta decirlo. Es peligroso”, aseguraba un hombre mientras se acercaba a votar empujado por un par de muletas. Grupos de jóvenes y familias enteras también estaban a las puertas de los colegios, incluyendo ancianos en sillas de ruedas. Todos eran conscientes de la importancia de ir a votar un día como hoy. Un hombre ha llegado incluso en ambulancia a votar, con una pierna escayolada. “Debemos cumplir con nuestro deber como ciudadanos. Por Turquía”, decía otra mujer que se negó a dar su nombre. Un inglés que se encontraba en los alrededores del colegio electoral acompañando a su pareja, turca, aseguraba no querer hablar por miedo a perder su permiso de residencia. “Puede suceder muy fácilmente”, aseguró. 

Quienes no pudieron cumplir con su derecho a votar han sido los cientos de miles de desplazados en el sudeste de Turquía (se calcula que entre 350 y 500 mil), ya que no pudieron registrarse a tiempo.

En la calle se oían comentarios sobre el perfil de los votantes. Los que están en contra del referéndum creen que los votantes del ‘sí’ no saben lo que realmente están votando. “La gente quiere que Erdogan se quede. Un gran porcentaje no es muy abierto de mente”, comentó una chica antes de girarse hacia su amiga: “Cuando entres a votar pídeles que te digan en qué consisten las 18 enmiendas constitucionales. No lo hacen, y la gente no sabe lo que vota”.



Los resultados por ahora

A falta de los resultados oficiales emitidos por la Junta Electoral, y que según la oposición difieren de los ofrecidos por los medios gubernamentales, el ‘sí’ ganaría por un 51 por ciento de los votos. Las principales ciudades turcas, Estambul, Izmir y Ankara, habrían votado no. De la mayoría laica de Izmir era de esperar, no así de Estambul y Ankara. Desde 2002, es la primera vez que Erdogan perdería la ciudad de la que fuera alcalde en 1994. Cuando dijo aquello de: “La democracia es como un tren. Te bajas una vez que has llegado a tu destino”.

El lunes está prevista que la OSCE ofrezca una rueda de prensa para hablar sobre sus principales conclusiones sobre la consulta, pero la polémica está servida. Muchos creen que la pérdida de las tres metrópolis turcas no facilitará las cosas.



Europa vota ‘sí’



La crisis diplomática con Alemania y Holanda, a los que Erdogan acusó varias veces de ‘nazis’ por no permitir a sus ministros hacer campaña a favor del referéndum, fue vista por muchos analistas como una herramienta para captar el voto de los nacionalistas. En anteriores elecciones, el voto de la diáspora turca en Europa, especialmente en Alemania, ha sido de vital importancia. En esta ocasión no ha sido diferente. Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Austria y Noruega entre otros han votado sí. Alrededor de 1.300 turcos han votado en España, un 87 por ciento en contra del referéndum.

En las próximas horas habrá un comunicado oficial con los resultados de la consulta, aunque se espera que sea disputado por los partidos de la oposición. Nicholas Danforth, analista especializado en Turquía y Oriente Medio, aseguraba hace unos días a este medio que en el caso de que ganara el ‘sí’ y hubiera acusaciones de fraude, los problemas en Turquía podrían empezar mucho antes. “Si hay protestas podría haber abuso de fuerza por parte de las autoridades y crear una situación muy fea”, aseguró. “Si la gente sale a la calle a protestar, el gobierno podría llamar a sus simpatizantes –como hizo en el intento de golpe de estado del 15 de julio–, potencialmente violentos, a la calle, para confrontar a los manifestantes, y la situación podría irse de control rápidamente”.

En este punto, lo único que hay claro por el momento es una crisis del sistema electoral turco y la división entre las dos Turquías.