El líder supremo de los talibanes, el mulá Haibatullah, dejó a un lado la guerra santa contra "los invasores extranjeros y sus mercenarios" para hacer este domingo un llamamiento tanto a los insurgentes como al resto de afganos para que planten árboles.



"Con la llegada de la primavera, pido a los muyahidín (guerreros) y a todos los individuos de esta nación piadosa que planten uno o más árboles, frutales o no, para el embellecimiento de la tierra y en beneficio de las creaciones del todopoderoso Alá", afirmó el mulá Haibatullah en un comunicado difundido por los talibanes.



Este mensaje ecológico choca con los discursos talibanes en los que la "primavera" solía vincularse al inicio de una ofensiva militar. Con la llegada del buen tiempo el líder insurgente llamaba a endurecer la lucha contra las tropas afganas e internacionales en el país asiático.



Lejos de eso, Haibatullah, un clérigo definido más como un estudioso del Corán que de las artes de la guerra, sostuvo en su mensaje, con continuas referencias al libro sagrado del islam, que quien plante árboles "seguirá los pasos del Profeta".



Además quiso alejar la visión de un grupo insurgente centrado en hacer la guerra al explicar que el "Emirato Islámico -como se definen los talibanes- trabaja en el límite de sus posibilidades por la prosperidad, bienestar económico (y) desarrollo" del país.



"Los muyahidín y los queridos compatriotas deben unir sus manos para plantar árboles y no reprimir ningún esfuerzo al respecto", sentenció el líder talibán.



En lo que respecta a la guerra, los talibanes continúan ganando terreno al Gobierno afgano desde que fueron derrocados del poder con la invasión estadounidense en 2001 y según los últimos datos oficiales divulgados por Estados Unidos, Kabul solo controla ya el 57 % de Afganistán. 

Líder misterioso y temido por los talibanes 

El mulá Haibatullah Akhunzada, que es su nombre completo, sustituyó al frente de los talibanes a Mansoor en 2016, que a su vez había ocupado el puesto del histórico Mulá Omar. Ambos fueron eliminados por el ejército estadounidense. Haibatullah se hizo fuerte durante la ocupación talibán de Afghanistán. Tiene fama de juez "implacable" por sus sentencias de muerte, según Al Jazeera, a los talibanes díscolos. 

Nació en la provincia de Kandahar y luchó contra los rusos en los años 80. En 1994 se unió al movimiento talibán bajo el liderato de Omar, quien impuso la ley islámica en el país. Rápidamente se convirtió en unos de los líderes de la corte militar de Kandahar, alcanzando amplias cuotas de poder en el grupo. 

El líder talibán es también conocido por su papel en la toma de decisiones en los ataques con bombas cuando estaba bajo el mandato de Mansoor. Es temido, su historial es misterioso, casi nadie conoce que hacía antes, y apenas concede apariciones públicas.