El necesario diálogo entre el Gobierno de Venezuela y la oposición beneficiaría a la economía del país gracias a la tranquilidad que ofrecerá a los mercados internacionales. Así lo considera el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que lleva desde el pasado viernes en Caracas para continuar con su labor de mediación para destrabar la crisis política venezolana.

"El diálogo político que se produzca, ayudará a la economía, no tengo ninguna duda, los mercados están pendientes, los inversores están pendientes", aseguró en la noche del lunes Zapatero en el programa de televisión Siete Preguntas que emite TeleSUR.

Zapatero, que ha recibido el visto bueno por parte del Gobierno español para ser nombrado enviado especial de la Unión Europea para Venezuela, forma de una comisión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para promover el diálogo necesario para que el Gobierno venezolano y la oposición atiendan asuntos fundamentales para el país. Le acompañan en la misión los expresidentes de Panamá, Martín Torrijos, y de República Dominicana, Leonel Fernández.

zapatero en el programa de televisión Siete Preguntas de TeleSur

Según explicó Zapatero a los medios locales, esta nueva visita se debe a que tanto el Gobierno liderado por Nicolás Maduro como la oposición han mostrado cierta disposición hacia el establecimiento de un diálogo, algo que el exmandatario español ve como una oportunidad para lograr resultados positivos lo que le llevó a urgir a las partes a iniciar un diálogo que reconstruya la confianza en el país.

"Tenemos que romper la inercia de no confianza en el país, y para romperlo, el diálogo es sin duda un factor que haría bajar el riesgo país de manera automática", dijo Zapatero. "El poder de los mercados financieros es inmenso".

Sobre las críticas que realizó la oposición a su labor de mediador, Zapatero se mostró diplomático y afirmó que están en su pleno derecho y reiteró que su mayor aspiración es ayudar a que Venezuela supere sus problemas, consignó TeleSur.

"Estoy aquí libremente por afán de ayudar a una convivencia pacífica que quiere la mayoría de los venezolanos. Lo primero son las necesidades de la gente, lo segundo es la política, la confrontación política, democrática", afirmó el expresidente en una entrevista en la que llegó a afirmar que incluso ya se sentía "un poco de aquí". "Deseo dar un mensaje de confianza al mundo sobre la situación de Venezuela, tenemos que apostar por dar estímulos positivos a Venezuela, que los tiene y muchos".

En los cuatro días que lleva el exmandatario en Caracas se ha reunido ya con la ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez, y con el vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello.

Mientras que la primera subrayó tras el encuentro la voluntad del país de mantener "relaciones de cooperación y amistad con Europa", Cabello trasladó al expresidente español la disposición del Gobierno de Maduro a dialogar con la oposición para buscar una solución a la crisis política que vive el país desde el pasado mes de diciembre.

Desde la oposición, con quien también se ha reunido estos días, reiteran que las condiciones para sentarse a dialogar son las ya marcadas: ampliar la mediación a otros organismos e instituciones, como el Vaticano y la Organización de Estados Americanos (OEA), además de otros países; que las reuniones se desarrollen en un lugar concertado que no sea República Dominicana; la liberación de los presos políticos; que se eliminen las trabas al referéndum revocatorio contra el presidente Maduro (un punto innegociable para la oposición); y que se respete la Asamblea Nacional resultado de las últimas elecciones.

CRISIS VENEZOLANA

La crisis venezolana se ha agravado desde el pasado 6 de diciembre, cuando la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición de oposición, ganó las elecciones parlamentarias dando lugar a una cohabitación inédita en la nación caribeña con la oposición en la Asamblea Nacional y el 'chavismo' en el Gobierno. 

Desde entonces el Ejecutivo ha vetado numerosas leyes del Parlamento, incluida la Ley de Amnistía, por lo que la MUD ha activado el mecanismo para celebrar un referéndum revocatorio que acabe con el mandato de Nicolás Maduro antes de que expire oficialmente, en 2019.

La MUD ha protagonizado marchas masivas en los últimos meses para aumentar la presión sobre el Consejo Nacional Electoral (CNE) y lograr que convoque el referéndum revocatorio antes del 10 de enero de 2017 ya que, de lo contrario, aunque los venezolanos decidan el cese de Maduro, el vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, gobernará hasta 2019.

Hasta ahora se ha conseguido dar por finalizado el primer paso para activar el revocatorio, y la oposición está a la espera de que el CNE anuncie una fecha para iniciar la segunda fase, en la que tendrán que recoger la firma del 20% de los censados (en torno a cuatro millones de firmas) en tan solo tres días.

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