Buenos Aires
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, hizo este miércoles en Buenos Aires una autocrítica del apoyo de su país al golpismo militar en Latinoamérica durante el siglo XX y anunció que desclasificará informes secretos sobre la dictadura argentina (1976-1983).
"En la política exterior de mi país hubo momentos de gloria y otros que no fueron productivos, contrarios a lo que debe representar América" admitió en la conferencia de prensa que dio junto a su par argentino, Mauricio Macri, en la Casa Rosada en el primer día de su visita oficial de 48 horas a Argentina.
Y puso de contexto que aquel impulso al militarismo se dio en medio de la Guerra Fría: "Es cierto que en los años 70 el reconocimiento de los derechos humanos en nuestra política exterior era importante como el hecho de luchar contra el comunismo".
Sin embargo, aseguró que su país ha hecho "mucha autocrítica" sobre esa política del Departamento de Estado. Y puntualizó que "la experiencia con países como Argentina" le ha permitido "aprender algunas lecciones" y entender que "la democracia es mejor que una dictadura de una persona".
En verdad, los Estados Unidos presionaron a la dictadura de derechas. Sus representantes votaron en contra de Argentina en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Y en 1979 el presidente demócrata James Carter mandó a emisarios de la OEA a Buenos Aires a auxiliar a familiares de desaparecidos.
La Unión Soviética y Cuba, países con gobiernos comunistas, en cambio, se abstenían en las votaciones de la ONU a la hora de condenar al régimen de las fuerzas armadas, porque el intercambio comercial, sobre todo de cereales, entre Buenos Aires y Moscú iba viento en popa.
Obama expresó su deseo de "reconstruir la confianza y la fe" entre su país y Argentina, que recuerda este miércoles el 40 aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo 1976, cuando se instauró la sangrienta dictadura de la 'guerra sucia' y los miles de desaparecidos.

Exponiendo la 'guerra sucia'

"Yo quiero reivindicar el compromiso por los derechos humanos. Reconocemos los esfuerzos, el coraje y el heroísmo de las personas que se opusieron a las violaciones de los derechos humanos. No es sólo un gesto simbólico, por eso voy a hacer el esfuerzo de reabrir archivos [de la dictadura]", anunció.
Ya en 2002 el Departamento de Estado había desclasificado miles de cables confidenciales de la embajada en Buenos Aires y diplomáticos sobre el régimen que encabezó el general Jorge Videla. Pero ahora la Casa Blanca sacaría a la luz documentos de inteligencia de la CIA y militares del Pentágono.
Se presume que esos archivos podrían destapar, además de entresijos de la 'guerra sucia', datos de los jefes de la guerrilla que actuó en Argentina en los años 60 y 70, así como puntos oscuros de la guerra de las Malvinas, que el país suramericano perdió contra el Reino Unido en 1982.
Macri saludó la iniciativa del visitante. "Ahora que se conmemora 40 años del golpe que consolidó el capítulo más oscuro de nuestra historia, quiero agradecer la desclasificación de archivos", sostuvo y reiteró que "los argentinos tenemos derecho a saber la verdad de lo que pasó".
La visita del jefe de la Casa Blanca a la Casa Rosada se produce  apenas 103 días después del cambio de gobierno. Y ha roto el hielo de las relaciones bilaterales, que se habían congelado durante los gobiernos del matrimonio Kirchner, de 2003 a 2015.
Los argentinos tenemos derecho a saber la verdad de lo que pasó
"Sus políticas de gobierno eran siempre antinorteamericanas", se había quejado Obama al hablar con la CNN de Cristina Kirchner. "Creo que ella recurría a una retórica que data probablemente de los años 60 y 70, y no a la actualidad", consideró.
Para Macri los argentinos "hemos estado casi aislados del mundo" durante el kirchnerismo, que priorizó las relaciones con China, Rusia, e Irán. Y por eso impulsa un giro de apertura hacia los Estados Unidos y Europa.
Así, en dos meses ya han pasado a felicitarlo por la Casa Rosada el presidente de Francia, François Hollande, el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, y el ministro español de Exteriores, José Manuel García Margallo.
Con el visitante estadounidense todo han sido sonrisas, apretón de manos, y gestos de amistad, facilitado porque ambos se comunicaron en inglés. Macri, hijo de un magnate industrial, estudió en una universidad de los Estados Unidos.
En la conferencia de prensa conjunta, Macri le ha agradecido a Obama. "Interpretamos su visita, Presidente, como un gesto de afecto y amistad en momentos en que Argentina emprende un nuevo horizonte, un cambio", dijo.

Argentina, territorio aliado

El presidente de los Estados Unidos ha querido dejar claro que tiene un nuevo aliado en Latinoamérica, una región que empieza a cambiar tras una década de gobiernos populistas. "Argentina está retomando su papel de líder en la región y el mundo", elogió.
Y adelantó que su país "está listo para trabajar con Argentina a lo largo de esta transición histórica en la manera que consideren más útil". "Estoy sumamente impresionado por el trabajo del presidente Macri en sus primeros 100 días", alabó.
Para recordar el golpe de 1976, el titular de la Casa Blanca visitará el Parque de la Memoria, que rinde homenaje a los desaparecidos, unos 9.000 según conteos públicos documentados y unos 30.000 según los organismos humanitarios. No concurrirían al acto las Madres ni las Abuelas de Plaza de Mayo.
Junto a su esposa Michelle, y las hijas del matrimonio Sasha y Malia, más la comitiva, volará a la ciudad de Bariloche, ubicada 1.600 kilómetros al sur de Buenos Aires, para pasar allí un día de descanso, entre lagos de aguas transparentes y montañas de picos nevados.
El último presidente estadounidense que había visitado Argentina fue George W. Bush en la Cuarta Cumbre de las Américas, en 2005. Aquello no fue bien para Washington porque naufragó su iniciativa de libre comercio, ALCA, boicoteada por los fallecidos presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez, más el exastro del fútbol Diego Maradona.

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