Bruselas

Cambio de estrategia. Los ministros de Asuntos Exteriores de los 28 han aceptado este lunes negociar con el régimen de Bashar al Asad una transición política en Siria que ponga fin a la guerra civil. Los avances del grupo terrorista Estado Islámico y la intervención de Rusia en apoyo de Asad han obligado a la Unión Europea a cambiar de posición. Pero persisten las diferencias entre los estados miembros. Francia y Reino Unido mantienen la línea dura contra el presidente sirio, mientras que España lidera a los países que apuestan más decididamente por la negociación.

“Cuando hablamos de la necesidad de iniciar de forma urgente una transición política, significa que tenemos que hacer frente a la realidad y comprender que, cuatro años y medio después del inicio del conflicto, Asad está en Damasco y las organizaciones terroristas, en particular Estado Islámico, ganan terreno”, ha dicho la Alta Representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, al término de la reunión.

“Necesitamos un enfoque diferente, lo que significa implicar también a representantes del régimen (de Asad) en la mesa de negociación liderada por la ONU”, ha resaltado Mogherini. En las conclusiones aprobadas de forma unánime por los jefes de la diplomacia de la UE no se habla expresamente de negociar con el presidente sirio, pero sí se apela a un diálogo que incluya a “todas las partes” en Siria.

España defiende el diálogo

Para el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, la decisión de la UE da la razón a la postura que llevaba defendiendo España desde hace años. “Cuanto más tardemos en emprender una negociación, habrá más muertos, más desplazados internos, más avance de los terroristas y más presión sobre las fronteras europeas”, ha resaltado Margallo. “Urge poner en marcha esa negociación y la negociación sólo es posible teniendo sentado en la mesa al régimen de Bashar al Asad, aunque Al Asad mismo no pueda formar parte de la solución en Siria”, ha agregado.

También el jefe de la diplomacia italiana, Paolo Gentiloni, ha apostado por negociar con el presidente sirio. “La clave es aceptar la idea de que con operaciones militares no se resuelve la situación, sino acompañando al dictador hacia la salida y hacerlo sin crear vacíos que pueden ayudar al desarrollo de fuerzas terroristas”, ha indicado Gentiloni.

En la misma línea, el ministro luxemburgués, Jean Asselborn, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE, ha subrayado que durante la transición en Siria “no puede crearse un vacío” similar al que se produjo en Libia tras la intervención de la OTAN y la caída del régimen de Muamar Gadafi.

En el extremo contrario se situaba el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Harlem Désir. “Para que haya paz en Siria hace falta una transición política, que debe hacerse sin Bashar al Asad. No habrá paz en Siria si se mantiene a Bashar al Asad, que es responsable de la mayoría de las víctimas de la guerra civil desde hace cuatro años”, ha insistido el representante galo. No obstante, Désir reconoce que la transición sólo será posible con un pacto entre “la oposición moderada no implicada en el terrorismo y elementos del régimen actual que no estén implicados en crímenes contra la población civil”.

También el jefe de la diplomacia británica, Philip Hammond, ha alegado que “no podemos trabajar con Asad como la solución a largo plazo para el futuro de Siria”. “Si intentamos trabajar con Asad, entregaremos a la oposición en brazos del Estado Islámico, que es el resultado opuesto al que queremos”, ha señalado. Sin embargo, ha admitido que “podemos ser flexibles sobre la forma y el calendario de su salida”.

De hecho, las conclusiones aprobadas por los ministros dejan claro que “no puede haber una paz duradera en Siria con sus actuales líderes y hasta que las legítimas reclamaciones y aspiraciones de todos los componentes de la sociedad siria se tengan en cuenta”. A largo plazo, todos los Gobiernos de la UE están de acuerdo en que el futuro de Siria no puede ser Asad.

Preocupación por la intervención rusa

Los jefes de la diplomacia de los 28 han expresado su “profunda preocupación” por los bombardeos de Rusia a la oposición moderada siria. Y le han reclamado que concentre su intervención en el Estado Islámico y el resto de grupos terroristas reconocidos por la UE y que se coordine con el resto de la comunidad internacional. “Tenemos que ser claros y estar unidos en la condena a los ataques de Rusia contra la oposición moderada en Siria”, ha dicho el británico Hammond.

Pero también hay diferencias entre los estados miembros sobre la actuación de Rusia. Así, el ministro italiano ha pedido a Moscú que utilice su influencia sobre Asad para facilitar la transición política en Siria. “Continuamos pensando que, si empujamos a Rusia en esa dirección, puede jugar un papel útil”, ha defendido Gentiloni.

De hecho, la UE apuesta por involucrar a todos los países con intereses en la región en la transición siria. No sólo a Rusia sino también a Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irán, Turquía o Estados Unidos, según ha dicho Margallo.

Además de la cuestión siria, los ministros de Exteriores de la UE han pedido a todas las partes en Libia que ratifiquen el acuerdo alcanzado la semana pasada para formar un gobierno de unidad nacional. A cambio, ofrecerán un paquete de asistencia financiera inmediata de 100 millones de euros. También han expresado su solidaridad con Turquía tras el atentado en Ankara del pasado sábado. Y han pedido a israelíes y palestinos que pongan freno a la tensión en Jerusalén.