Hay personas que, a pesar de su edad, siguen manteniendo el sex appeal intacto, llamando la atención por su físico, pero también por su elegancia y saber estar. Una de ellas, la periodista española, Mariló Montero.
Espléndida profesional y madre de dos hijos, Rocío Crusset y Alberto Herrera, el físico de la comunicadora sigue dando que hablar. Pero, ¿cómo consigue mantener ese físico tan tonificado a sus 60 años? Especialmente, las piernas, una de las partes del cuerpo más complicadas de conseguir resultados.
Referente absoluta de seguridad y vitalidad, Montero se ha convertido en el nuevo icono del fitness maduro y en la inspiración para miles de mujeres que buscan sentirse espectaculares sin mirar la edad.
Pero la figura de Mariló es mucho más que genética. Juan Antonio Martín, entrenador personal y gurú del fitness en redes, así lo afirma. Lo que vemos, explica, viene de fuerza, constancia y una estrategia personalizada que se adapta a su estilo de vida. Ni más ni menos.
A los 60, Mariló proyecta energía y seguridad, y sus piernas son auténtico ejemplo de músculo tonificado y ausencia total de flacidez. La clave es un entrenamiento inteligente y fuerza planificada, adaptada siempre para generar adherencia y poder mantener los resultados en el tiempo.
Entrenar piernas a los 50
El paso de los años implica retos: la masa muscular se pierde, el metabolismo cambia y la flacidez amenaza. Por eso, el experto deja claro que no hay tiempo que perder. A partir de los 50, y todavía más a los 60, hay que entrenar de forma consciente y eficiente.
En el caso de Montero, "tiene una silueta fuerte, definida y con muchísima vitalidad", apunta Martín. Su postura y forma de caminar (con el core estable y los glúteos activos) delatan años de trabajo bien hecho. Porque si hay algo seguro es que el "buen control del core y la cadera" no aparecen por arte de magia.
Para ello, la rutina clave recomendada por el entrenador y validada por el fitness femenino que triunfa en redes consiste en un circuito de ejercicios, 3 veces por semana, con descansos de 30 a 40 segundos entre ejercicios. Apunta:
- Sentadillas (con peso corporal, mancuernas o TRX): el “rey de los ejercicios” para activar cuádriceps, glúteos e isquiosurales. Trabaja toda la pierna y mejora la postura.
- Zancadas: funcionales y exigentes, tonifican glúteos y muslos. Mariló, asegura Martín, probablemente las ha repetido decenas de veces.
- Ejercicios unilaterales: step-ups o peso muerto a una pierna para equilibrar fuerza y corregir descompensaciones.
- Trabajo de glúteo medio: con bandas o abducciones, fundamental para evitar lesiones y conseguir un contorno más “redondeado” en la cadera.
- Ejercicios funcionales: escaladores, burpees o sentadillas con salto, para piernas estilizadas y fuerza metabólica.
Este circuito se repite cuatro veces, con entre 8 y 12 repeticiones de cada ejercicio. El objetivo es el progreso, no la perfección.
El papel del peso
El secreto para avanzar y conseguir resultados visibles a partir de cierta edad es ir añadiendo peso y resistencia poco a poco. Trabaja con mancuernas, barra o bandas elásticas y sube la intensidad de manera mantenida para un desafío constante.
Subir escaleras con peso, introducir nuevas variantes o incrementar el número de repeticiones, ayuda a que el músculo no se acostumbre y que los resultados no se estanquen. Porque, como insiste el experto, el músculo responde a los cambios, nunca a la rutina estática.
Pero el experto insiste en no caer en errores tan clásicos que pueden boicotear tu planning:
- Focalizarse solo en perder grasa: sin músculo, no hay forma ni firmeza.
- Mantener la misma rutina sin progresar: si no subes el reto, el cuerpo deja de evolucionar.
- Ignorar el entrenamiento de glúteos: son claves para la estética y salud de pierna.
- Descuidar descanso y alimentación: dormir mal o comer poca proteína ralentiza el avance.
Cuida la piel y la alimentación
Además del ejercicio, el cuidado de la piel es clave. Exfoliaciones profesionales y el uso de cremas reafirmantes cargadas de activos, como cafeína, coenzima Q10, té verde o colágeno vegetal, mejoran la elasticidad, el tono y el drenaje, evitando piernas cansadas y aportando ese toque de seda que vemos en las estrellas.
La nutrición tampoco debe descuidarse. Una dieta rica en proteína favorece la síntesis muscular y ayuda a que los beneficios se noten de verdad.
Caminar, nadar o bailar son grandes aliados, pero lo realmente determinante para tonificar y reafirmar es el trabajo de fuerza. El cardio ayuda al bienestar, pero no estimula el músculo de la misma forma.
