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España es sinónimo de luz, alegría y una gastronomía reconocida en el mundo entero. Nuestra cocina no solo es deliciosa, sino también una fuente infinita de propiedades. Sin embargo, debemos tener muy en cuenta la "letra pequeña" de algunos de los protagonistas de la dieta mediterránea.

El pescado aporta proteínas de calidad y es fuente esencial de omega-3, pero no todas las especies son igual de seguras, y los expertos en nutrición advierten que embarazadas, lactantes y niños pequeños deben evitar el consumo de atún rojo por su alto contenido en mercurio.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), respaldada por pescaderos profesionales y sociedades científicas, ha lanzado una recomendación clara: el atún rojo, junto con otros grandes depredadores marinos, puede suponer un riesgo si se consume en etapas de especial vulnerabilidad.

Atún rojo en el embarazo

El atún rojo (Thunnus thynnus) es uno de los pescados más apreciados en la gastronomía, pero su tamaño y longevidad lo convierten también en uno de los que más metilmercurio acumula.

Este compuesto es la forma más tóxica del mercurio presente en el medio ambiente, y una vez entra en la cadena alimentaria marina, se concentra en los grandes depredadores.

"Cuanto más grande y más años vive un pez, mayor es la cantidad de mercurio que puede almacenar en su organismo", explican desde la AESAN.

El problema es que el metilmercurio atraviesa la placenta y puede llegar al feto, afectando al desarrollo del sistema nervioso. También se ha detectado en la leche materna, lo que significa que la exposición puede mantenerse durante la lactancia.

Los riesgos del mercurio

Diferentes estudios internacionales, desde las intoxicaciones masivas en Minamata (Japón) hasta los análisis realizados en Nueva Zelanda, las Islas Feroe o Seychelles coinciden: el exceso de metilmercurio afecta al desarrollo cognitivo de los niños, influyendo en la memoria, el lenguaje, la atención y la función motora.

En adultos, la investigación apunta a que la exposición crónica podría relacionarse con un mayor riesgo cardiovascular y con alteraciones en la función cognitiva, aunque todavía se requieren más evidencias para establecer una relación causal definitiva.

El proyecto español INMA (Infancia y Medio Ambiente) ha confirmado que los niveles de mercurio en la sangre de cordón umbilical están directamente relacionados con el consumo de grandes peces depredadores durante el embarazo.

Las recomendaciones oficiales son claras:

  • Embarazadas, mujeres lactantes y niños menores de 10 años deben evitar el consumo de atún rojo, pez espada, tiburón (cazón, marrajo, tintorera…) y lucio.
  • Niños entre 10 y 14 años: pueden consumir estas especies de forma muy limitada, máximo 120 g al mes.
  • Población general: se recomienda seguir tomando pescado, pero alternando especies de bajo mercurio y manteniendo una frecuencia de tres o cuatro raciones por semana.

El mensaje de las autoridades sanitarias es claro: comer pescado es saludable y seguro, pero hay que elegir bien la especie.

Pescados recomendables

Si estás embarazada o tienes hijos pequeños, no es necesario renunciar al pescado. De hecho, es uno de los alimentos más beneficiosos en estas etapas gracias a su aporte de omega-3 y yodo. Aquí te indicamos las mejores opciones:

  • Pescados blancos: merluza, bacalao, pescadilla, lenguado, gallo, rape.
  • Azules pequeños: sardina, caballa, boquerón/anchoa.
  • Otros seguros: salmón, trucha, dorada, lubina.
  • Alterna estas especies a lo largo de la semana y conseguirás un aporte nutricional óptimo sin riesgo de exposición excesiva al mercurio.

La paradoja es evidente. El pescado es uno de los alimentos más saludables, pero algunas especies pueden contener niveles elevados de mercurio. No cabe duda de que la clave está en el equilibrio.

El pescado aporta ácidos grasos omega-3 de cadena larga, fundamentales para el desarrollo cerebral del feto y el bebé. Además, es fuente de proteínas de alto valor biológico y minerales esenciales como selenio, calcio y yodo.

Filetes de atún rojo. iStock

Una dieta con pescado se asocia a menor riesgo de enfermedad cardiovascular en adultos. Por eso, los expertos insisten en que no se trata de eliminar el pescado, sino de elegir las especies adecuadas en cada etapa de la vida.

Compra con conciencia

La recomendación de los expertos es clara. Debes preguntar siempre en la pescadería qué especie exacta estás comprando. No todo el "atún" es atún rojo, ya que muchas conservas son de atún claro o listado, con menos mercurio.

Se recomienda también variar pescado fresco, congelado y en conserva. Y ten muy en cuenta que el tamaño, sí importa: opta por piezas pequeñas y medianas.

Puedes seguir la regla de oro para su consumo. Entre tres y cuatro raciones de pescado a la semana, combinando blanco y azul bajo en mercurio, son las raciones recomendadas.

Ten en cuenta que el atún rojo es una delicia gastronómica, pero no es apto para embarazadas ni para niños pequeños. La advertencia de pescaderos y sociedades científicas no busca alarmar, sino garantizar que el consumo de pescado sea seguro y beneficioso.