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En la actualidad, los consejos relacionados con el ejercicio pululan a sus anchas en redes sociales. De repente, parece que todo el mundo es experto en deporte y nutrición. Además, el contenido relacionado con cambios físicos a menudo pugna con vídeos y carruseles de aceptación por un puñado de likes, y muchas veces, sin demasiado trasfondo o realidad.

En mitad de este caos, conviene hacer caso a las voces expertas para que aporten algo de claridad a estos temas tan convulsos que también marcan rutinas y pueden afectar de lleno a la salud mental y corporal. Entre verdades y mitos, Boticaria García esclarece uno de ellos: ¿es mejor hacer ejercicio de forma matutina o vespertina?

"Según la teoría, podría ser más eficiente realizar prácticas aeróbicas por la mañana y musculación al terminar la tarde", comenta la divulgadora en su último vídeo para Magas. "El motivo es que el famoso ritmo circadiano afecta a muchas funciones del cuerpo y también al rendimiento", añade la farmacéutica y nutricionista.

Para reforzar sus afirmaciones, señala que "hay estudios que indican que nuestra fuerza física y la eficiencia con la que las células musculares producen energía son más altas al final de la jornada, por tanto, esas horas podrían ser más indicadas para practicar este tipo de ejercicios".

Justo en la otra cara de la moneda se encuentra las primeras horas del día. Durante esta franja, tal y como explica la experta, el organismo puede ser más eficaz para emplear las reservas que ya tiene, de ahí que, teniendo ese detalle en cuenta, lo idóneo sería comenzar con alternativas de activación como salir a correr, nadar o montar en bici.

No obstante, Boticaria García señala algo fundamental y que hoy en día se olvida muchas veces debido a comportamientos impulsivos o por contagio de aquello que se observa en el entorno: "Esto es realmente lo importante. Si no eres un deportista de élite y lo que quieres es mantener una rutina a largo plazo, lo más relevante va a ser la constancia".

Boticaria García aclara las dudas sobre la cuestión. Esteban Palazuelos

A este concepto clave, la divulgadora suma además que el momento perfecto para entrenar es aquel que resulte compatible con las obligaciones diarias y con los horarios de sueño. "El mejor momento para hacer ejercicio será el que más te encaje y en el que puedas comprometerte", sentencia de forma lógica en la grabación.

Además, es esencial señalar que lo ideal sería poder hacer actividades deportivas adaptadas a las necesidades de cada persona en la medida de lo posible y combinar fuerza con cardio.

Los ritmos circadianos

Los términos rimbombantes y de campos especializados se han vuelto un must en conversaciones de barra de bar.

Desde hace un tiempo, todo el mundo parece saber de todo y, aunque las posibilidades que otorgan los dispositivos inteligentes y la inteligencia artificial son infinitas, la realidad es que muchas veces lo único que se consigue es una exposición sin filtros a una maraña informativa.

El tándem de palabras 'ritmos circadianos' resuena quizás más de lo que debería. Junto a conceptos como el del cortisol, el catálogo de las intolerancias y de algún padecimiento psicológico, se ha introducido en nuestro vocabulario, pero, ¿de qué se trata?

Según la página web médica del National Cancer Institute de Estados Unidos, un organismo gubernamental de la nación norteamericana, son los ciclos naturales de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas.

Tal y como indican en el sitio, estos se ven condicionados principalmente por la luz y la oscuridad, y están controlados por un área pequeña en medio del encéfalo. Estos ritmos tienen la capacidad de afectar al sueño, a la temperatura del cuerpo, a las hormonas, el apetito y a otras funciones del organismo.

Cuando hay anormalidad en los mismos, es algo que se suele relacionar con problemas de salud como la obesidad, la diabetes, la depresión, el trastorno bipolar, el trastorno afectivo estacional y, por supuesto, el descanso.