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Disfrutar de una vida larga y de calidad, se ha convertido en uno de los principales objetivos tanto de la ciencia como de la población. Según los informes, cada vez vivimos más, pero la prioridad es ahora vivir mejor con el fin de disfrutar de una buena salud, exenta de enfermedades crónicas.

A pesar de que durante años se haya creído que para conseguirlo son necesarios tratamientos o 'elixires de la eterna juventud', cada vez hay más expertos que llegan a un punto en común: para ello, simplemente hay que mejorar el estilo de vida. 

Mantener un estilo de vida saludable reduce las posibilidades de contraer enfermedades crónicas y degenerativas,  controla los niveles de azúcar y colesterol, mejora el sueño, disminuye el estrés... y, en conclusión, nos hace vivir mejor. Aunque las líneas parezcan estar difusas en cuanto a qué hábitos son saludables, existe una regla desarrollada por la farmacéutica Amelia Platón que puede ayudarnos.

La regla del 10-3-2-1

La regla del 10-3-2-1 es un método sencillo para mejorar la calidad de vida y, sobre todo, la calidad del sueño. Según la farmacéutica, se trata de una fórmula que se puede seguir "de manera fácil en casa para dormir mejor, ser más productivos, tener más energía y activar el metabolismo"

En este contexto, la regla se compone de cuatro límites horarios que tenemos que respetar para ejecutar ciertos hábitos en nuestro día. 10 horas antes de dormir se debe evitar el consumo de cafeína,  la última comida del día debe realizarse 3 horas antes de ir a la cama, dejar de consumir líquidos 2 horas antes de dormir y evitar las pantallas 1 hora antes de dormir.

El primer punto de la regla es el número 10, que hace referencia a que diez horas antes de dormir se debe evitar el consumo de cafeína o cualquier otra sustancia estimulante como el té, refrescos y las bebidas energéticas. Estas sustancias pueden permanecer en el organismo durante varias horas y dificultar la conciliación del sueño al mantener el sistema nervioso en un estado de alerta.

Aunque algunas personas creen que el café no les afecta, lo cierto es que su consumo prolongado durante el día puede alterar los ciclos naturales del sueño y reducir la calidad del descanso. Según los expertos, el tiempo de permanencia de la cafeína en el cuerpo puede oscilar incluso hasta 9.5 horas después de consumir café. 

Si bien es cierto que el café aporta al cuerpo antioxidantes positivos para la salud humana, su consumo a deshoras puede alterar nuestro descanso. Después de una vida entera tomando café, es posible que pensemos que conocemos el efecto de la cafeína y que la tenemos controlada. Sin embargo, según los expertos, que la mayoría de la gente no es consciente de la duración de los efectos de la cafeína en el cuerpo.

La cafeína es una de las principales responsables de que la gente no se duerma con facilidad y profundamente, algo que generalmente se disfraza de insomnio, que es una auténtica alteración médica. Cuando no descansamos lo suficiente, puede podemos sentirnos cansados para el resto del día y afectar nuestro rendimiento, incluyendo la capacidad de pensar con claridad, reaccionar rápidamente y formar recuerdos.