Publicada

La nutrición forma parte de uno de los pilares fundamentales de nuestro diario para garantizar una salud digestiva y general que nos permita vivir más y de mejor manera. Sin duda, es un tema que en los últimos años se ha ganado un primer puesto de nuestra atención, y no es para menos. 

Nuestro sistema digestivo no solo se encarga de procesar los alimentos, sino que también juega un papel fundamental en la absorción de nutrientes esenciales y la eliminación de desechos. Además, aproximadamente el 70% de nuestras células inmunes se encuentran en el intestino, lo que significa que una flora intestinal saludable es crucial para un sistema inmunológico fuerte y una buena calidad de vida.

En este contexto, el doctor Steven Gundry, reconocido experto en salud digestiva y autor de varios libros sobre nutrición y bienestar, ha lanzado una alerta importante sobre un alimento que muchos consideramos saludable: el yogur.

Según Gundry, el yogur comercial que encontramos en los supermercados puede no ser tan beneficioso para nuestra flora intestinal como muchos creen, y de hecho, podría estar afectando nuestra salud digestiva

Si bien es cierto que el yogur tiene beneficios probióticos, los productos procesados en los supermercados suelen contener aditivos que pueden contrarrestar sus efectos positivos. Para aquellos que buscan mejorar realmente su salud digestiva, Gundry recomienda optar por yogur casero con probióticos adicionales y seguir una dieta rica en fibra, grasas saludables y alimentos antiinflamatorios.

El yogur comercial y su impacto en la salud

El yogur ha sido tradicionalmente considerado un alimento probiótico, ya que contiene bacterias beneficiosas que pueden ayudar a equilibrar la flora intestinal. Sin embargo, el doctor Steven Gundry señala que el yogur comercial, tal como lo conocemos en los supermercados, está lejos de ser la mejor opción si lo que buscamos es realmente mejorar nuestra microbiota intestinal.

Según Gundry, el principal problema con el yogur comercial es que la mayoría de las marcas procesadas contienen azúcares añadidos, conservantes y otros ingredientes artificiales que pueden afectar negativamente nuestra salud digestiva.