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Hay quien dice del estrés que es la verdadera pandemia del siglo XXI, y no es para menos afirmarlo cuando los datos revelan que el 62% de la población de España afirma sentirse así.

Trabajos exigentes, la vida frenética en las ciudades y una desconexión sistemática de la naturaleza son los principales factores que nos conducen a este estado. "El estrés, la ansiedad y como consecuencia la falta de descanso y de sueño reparador están detrás del envejecimiento acelerado", incide Antonio Arjona, fisioterapeuta y responsable de formación de LPG. 

El siglo pasado conseguimos alargar la esperanza de vida, la misión actual es "dotar de calidad esos años que hemos conquistado", comenta el experto. Sin embargo, parece que no nos va muy bien el intento y que dormir bien es la principal asignatura pendiente. Un estudio de Conforama confirmaba que, el 45% de la población duerme menos de 7 horas al día y esto "incrementa el riesgo de padecer trastornos del estado de ánimo, como depresión y ansiedad".

La pregunta es obligada, ¿cómo podemos mejorar nuestros hábitos de sueño y, a través de los mismos, nuestra salud? Solo los expertos en sueño tienen la respuesta.

Beneficios del descanso

Una noche exitosa de sueño es aquella en la que completamos, al menos, cuatro ciclos completos de sueño de 90 minutos de duración cada uno. Nuria Roure, psicóloga especialista en sueño, declaraba en su participación en el pódcast Tenía la duda que dormimos para poder vivir. Durante la fase de sueño y descanso "nos regeneramos y reparamos los daños celulares del día", explica Antonio Arjona. Si este proceso no se produce, en el largo plazo podemos terminar enfermando. 

El descanso permite que nuestro cuerpo pueda centrar todos sus esfuerzos en procesar lo que hemos experimentado al estar despiertos. Priorizar las horas necesarias de sueño no es un hábito de perezosos, sino una decisión sabia que nuestra salud agradecerá. 

Dormir lo necesario aporta claridad mental y mejora la concentración, disminuye los niveles de estrés, reduce el riesgo de padecer diabetes, enfermedades del corazón y obesidad. Además de encontrarnos con mayor energía y motivación para llevar un estilo de vida activo. 

Antonio Arjona, fisioterapeuta y formador de LPG Cedida

Además del impacto positivo que tiene dormir correctamente sobre el cuerpo, alcanzar la fase REM y gozar de descanso también influye en la autopercepción que tenemos. "Nuestra imagen actúa como premio o castigo, cuando nos vemos bien, en nuestro cerebro se activan los mismos mecanismos que cuando recibimos un premio, nos aumenta el buen humor, nos sube la autoestima… Es una cuestión fisiológica", asegura el experto. 

Aunque lo ideal sería priorizar ese estado de descanso donde cuerpo y mente se encuentran en su máximo esplendor, a lo largo de la vida aparecen impedimentos para que las noches reparadoras se den como deberían. Un ejemplo claro es el embarazo, pero también esas etapas de estrés laboral o personal que activan los mecanismos de alerta e interfieren en la capacidad de relajarnos y alcanzar un sueño profundo. 

Terapias innovadoras

El creciente interés de la comunidad de la salud por promover un descanso de calidad a la población, compañías de vanguardia investigan sobre protocolos que ayuden a alcanzar estados de tranquilidad física y mental que permitan la regeneración celular. "LPG siempre ha tenido un enfoque de bienestar, salud y belleza, sus tratamientos, además de tener eficacia como tratamientos de belleza, aportan a los clientes sensación de descanso, de bienestar y de mejorar la calidad de vida", confirma Arjona. 

Siguiendo esa máxima, la compañía especializada en aparatología corporal lanzó el pasado año un protocolo enfocado en reducir los niveles de cortisol: VSS. "La estimulación directa, que se produce de la columna vertebral y la zona lumbosacra, estimula el sistema nervioso parasimpático, que es el que nos relaja, y el simpático, que es el que nos pone en situación de alerta" introduce el experto. "Es necesario un equilibrio entre ambos para que nos encontremos descansados y tranquilos, pero despiertos y activos". 

Nuria Roure: "Necesitamos dormir para vivir" pexels

La clave de los principios holísticos en los que se basan es "tratar al individuo como un todo sin olvidar la conexión cuerpo y mente". Aquello que nos afecta a nivel físico tiene una huella emocional: "El cuidado integral está validado por la ciencia y también por la historia, las medicinas milenarias lo vienen aplicando desde hace siglos y a la vista está que cuando te tratan desde un punto de vista integral tu mejoría es mucho mayor, y alcanza aspectos que tal vez no se habían tenido en cuenta, como tu vida laboral o familiar". 

La rutina de sueño 'perfecta'

La medicina del sueño es una rama muy prematura y los terapeutas especializados en mejorar la calidad del mismo tan solo comienzan a emerger. No obstante, se conoce la importancia del descanso y hay quien ya boceta el método para dormir mejor de manera teórica y aplicada. 

Nuria Roure, la psicóloga especializada en insomnio, resuelve así los pasos a seguir antes de una noche de sueño reparador:

  • Buenos hábitos de día
  • Exponernos al sol 
  • Salir de los carbohidratos refinados y los azúcares
  • Prepararnos antes de ir a la cama, el sueño no viene solo y es clave calmar la mente
  • Tomar decisiones para dejar de rumiar aquello que nos preocupa
  • Ponerse un despertador libera al cerebro de la alerta que supone saber cuándo despertar
  • Anota aquello que tienes pendiente, sácalo de la mente 
  • Aprovechar la puerta al sueño. Tras 16 o 17 horas despiertos, se produce este paréntesis de cansancio de 20 a 30 minutos y es el momento ideal para irse a dormir

"Evitar los excitantes como el café, el tabaco y el alcohol, hacer una dieta equilibrada y un ejercicio moderado y regular, está comprobado que van a mejorar nuestro estado de salud y nos van a liberar del estrés y la ansiedad", corrobora Arjona. Quien además aconseja evitar "situaciones que nos activen a última hora del día, como estar delante de pantallas". 

El ambiente que nos rodea incide de manera directa en cómo nos sentimos, crear un espacio de relajación con iluminación acogedora, buena ventilación y libre de estímulos será clave.

Pero más importante que esto es descubrir la causa de por qué no estamos durmiendo bien: "Contar con fármacos o suplementos debe ser algo puntual, un apoyo hasta solucionar el problema de raíz". De ninguna manera los remedios farmacológicos o naturales son la panacea para un descanso profundo y un sueño reparador, nuestra mente debe estar en calma para que este se dé.