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Según los últimos datos de la Alimentación en España ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), cada español consume 3,13 kilos de frutos secos al año, una cantidad que ha ido en continuo aumento desde 2015, debido al gran reconocimiento que han obtenido en los últimos años.



Su consumo frecuente conlleva mejoras considerables en diferentes aspectos de la salud, como la obtención de nutrientes esenciales, asegurar un envejecimiento saludable o una mejora en la función cognitiva y la ralentización de su deterioro. Son ricos en grasas saludables, por lo que nos proporcionan un gran aporte calórico.

A pesar de sus increíbles beneficios, no todos ellos son iguales ni se pueden consumir de la misma manera. Es muy probable que, dependiendo de nuestras necesidades, los expertos nos recomienden unos u otros. Incluso, es posible que nuestro género determine el mejor tipo. En el caso de las mujeres, la farmacéutica Helena Rodero aconseja las almendras.

Los beneficios de las almendras en las mujeres

Las almendras son un alimento altamente nutritivo y versátil que ofrece múltiples beneficios para la salud de las mujeres, tanto a nivel físico como emocional. Este fruto seco, rico en nutrientes esenciales, es una fuente natural de grasas saludables, vitaminas, minerales y antioxidantes, que contribuyen al bienestar integral y pueden apoyar necesidades específicas de las mujeres.

Uno de los beneficios más destacados de las almendras es su aporte de vitamina E, un potente antioxidante que ayuda a proteger las células del daño oxidativo causado por los radicales libres. Esto es particularmente relevante para la salud de la piel, ya que la vitamina E favorece la hidratación, elasticidad y regeneración cutánea, ayudando a prevenir signos de envejecimiento prematuro.

Las almendras son ricas en ácidos grasos monoinsaturados, similares a los presentes en el aceite de oliva, los cuales ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol "malo") y aumentar el colesterol HDL (colesterol "bueno").

Esto contribuye a una mejor salud del corazón, un aspecto muy importante en general, pero que en las mujeres puede interferir favorablemente después de la menopausia debido a que son más propensas a desarrollar enfermedades cardiovasculares por la disminución de los niveles de estrógeno.

En términos de salud hormonal, las almendras también pueden ser beneficiosas debido a su contenido de magnesio, un mineral que juega un papel crucial en la regulación del sistema nervioso y en la producción de hormonas. Este mineral ayuda a reducir síntomas del síndrome premenstrual, como la irritabilidad, la fatiga y los calambres.

Asimismo, el magnesio es clave para la salud ósea, ya que trabaja junto con el calcio y la vitamina D para mantener los huesos fuertes, algo particularmente importante para las mujeres, quienes tienen un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis con la edad.