Una de cada ocho mujeres padecerá cáncer de mama a lo largo de su vida, siendo este el tipo más común entre el género femenino. Si bien en los últimos años las investigaciones y los avances en tratamientos han pintado un panorama favorable para la supervivencia de las pacientes, uno de los factores determinantes es un diagnóstico temprano.
Para ello, ser concienzudas con la autoexploración, acudir a las revisiones que recomiendan los especialistas, así como someterte a una mamografía bienal si estás entre los 50 y los 69 años es fundamental para detectar posibles tumores.
Si tienes que realizarte esta prueba diagnóstica próximamente, el doctor Javier Sánchez-Bordona Marqués, especialista en Diagnóstico por la Imagen del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, despeja las dudas al respecto y nos cuenta los beneficios de someternos a ella.
Dr. Javier Sánchez-Bordona Marqués.
Qué es una mamografía
La mamografía es una prueba diagnóstica que permite detectar lesiones en la mama, no solo en pacientes que acuden con síntomas, también en personas asintomáticas que puedan presentar calcificaciones, asimetrías, distorsiones o nódulos que pudieran estar asociados al cáncer de mama.
"Es una prueba rápida, segura y efectiva para detectar lesiones mamarias tanto benignas como malignas", confirma el doctor Sánchez-Bordona.
Solo 15 minutos son necesarios para llevarla a cabo. Ese es el tiempo que estiman desde que entras en la sala del mamógrafo hasta que la abandonas. "Cuando se accede, lo primero que hacemos es un cuestionario sobre diversos temas. El primero de ellos es el motivo de la realización de la mamografía". Determinarlo pondrá apellido al tipo de mamografía: si es una que se realiza en una paciente asintomática, se llama mamografía de cribado; mientras que si viene por algún tipo de clínica (un bulto en la mama, bulto en la axila, secreción por el pezón, dolor, cambios en la piel…), se conoce como mamografía diagnóstica.
Otros temas que se abordan en el cuestionario son los posibles antecedentes de cáncer de mama en la familia, cirugías, biopsias, punciones, última regla... Todo lo que pueda crear un contexto para la posterior lectura de los resultados.
La mamografía es una prueba rápida y fiable para la detección de patología mamaria tanto benigna como maligna.
"Después se pasa al vestuario, la paciente se descubre de cintura para arriba y se coloca delante del mamógrafo. Se realizarán dos proyecciones por cada mama: cráneo-caudal y oblicua mediolateral", detalla el doctor. Además, en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid se realiza una mamografía mejorada 3D (tomosíntesis), que hace distintos cortes de la mama que ayudan a interpretarla.
La mamografía es la prueba que debe realizarse de inicio, salvo en pacientes gestantes o menores de 35 años. En esos casos, se hará una ecografía. Los resultados diagnósticos pueden consultarse una semana después del examen.
Recomendaciones previas
La mamografía se puede realizar en cualquier momento del mes. Antes de acudir, debes tener en cuenta algunos factores que harán más cómoda la experiencia médica:
- Evita el uso de antitranspirantes, desodorantes, polvos, lociones, cremas o perfumes en la zona de las axilas, las mamas o surcos inframamarios para evitar interferir en las imágenes tomadas.
- Retira objetos metálicos como colgantes o collares, así como pendientes/piercings en la zona de la areola/pezón.
- Acude con falda o pantalón. Ya que tienes que descubrir tu torso, esta elección facilitará la prueba.
- Si estás en período de lactancia, vacía la mama antes de la prueba para mayor comodidad y mejor interpretación del resultado.
Contraindicaciones y dolor
Como comentaba el doctor Javier Sánchez-Bordona Marqués, la mamografía es una prueba rápida que apenas dura 15 minutos. Sin embargo, durante esta se pueden sufrir ligeras molestias "en los momentos de compresión". "Suelen ser 15 segundos por proyección y hay dos proyecciones por mama, cuatro en total.", aclara.
Si te preocupa la peligrosidad de la misma, debes saber que "es una prueba de baja radiación" y como confirma el doctor, "los beneficios son mayores que los riesgos".
En el caso de llevar implantes mamarios, no hay problema a la hora de realizar esta prueba, pues "son muy raros los casos de rotura de prótesis por una mamografía". Cuando esto se ha dado, "suele estar relacionado con el mal estado de la prótesis". La única diferencia en estas pacientes será la toma de "proyecciones adicionales para una mejor visualización del tejido mamario", determina el especialista.