El Juan Sebastián de Elcano aparece por la ría de Ferrol. A bordo, ondeando la gorra y con sonrisa amplia, la princesa Leonor. Con estas imágenes comienza oficialmente la cuenta atrás: la heredera ha atracado en el muelle de Curuxeiras junto a los 76 guardiamarinas que la acompañan en este crucero de instrucción que ya entra en su recta final.
Se trata de la penúltima escala de la travesía que ha llevado a la joven y a sus compañeros a recorrer América durante seis meses con Elcano. El buque permanecerá allí hasta el sábado 12, cuando zarpará rumbo a Marín (Pontevedra). Es el destino final de una experiencia que marca para siempre la trayectoria militar de la Princesa de Asturias.
El lunes, será condecorada con la Medalla de Oro de Galicia, distinción que ya posee su abuelo desde 1985. Posteriormente, será distinguida como hija adoptiva de Marín, y, el 16 de julio —festividad de la Virgen del Carmen, patrona de la Armada—, recibirá de manos de su padre, el rey Felipe VI, el despacho con el que pondrá el broche de oro a su formación.
La Princesa, sonriente junto a sus compañeros guardiamarinas.
Llegada del crucero de instrucción a Ferrol.
El recibimiento en Ferrol ha contado con la música en directo de la unidad del Tercio Norte de Infantería de Marina, con base en la ciudad, que ha acompañado el inicio de la escala bajo la atenta mirada de aquellos que se han acercado a ver la escena.
La parada no es solo una escala logística. Es también una de las paradas más especiales para Leonor, visiblemente cómoda en cubierta, saludando con familiaridad a los presentes y repitiendo el ya clásico ritual de cada puerto: uniforme impecable, gorra en alto y una expresión serena de quien ha madurado y aprendido en los últimos meses.
¿Y qué vendrá después? En unas semanas, el próximo 23 de julio, la princesa Leonor presidirá la entrega de los Premios Princesa de Girona acompañada por sus padres y su hermana Sofía. Tras ese esperado compromiso institucional, iniciará sus vacaciones de verano en Palma de Mallorca junto a su familia.
Un merecido descanso que le servirá para recargar energías antes de comenzar en septiembre su tercer y último año de formación castrense en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier (Murcia).
Allí, la joven heredera volará en uno de sus aviones de enseñanza, entre otras clases y actividades, y se preparará para asumir en el futuro el cargo de Capitana General de las Fuerzas Armadas.