La escala del buque escuela en Panamá está dejando momentos estelares protagonizados por la Reina y su primogénita. Tras recorrer más de 8.000 kilómetros, Letizia llegaba al país latinoamericano el pasado 3 de mayo para reencontrarse con Leonor tras cuatro meses sin verse y, además, en un fin de semana especial, el de la celebración del Día de la Madre. La primera toma de contacto a bordo fue muy emotiva, y para la segunda aparición pública, la elegancia fue lo más destacado.
La tripulación de Elcano ofreció una recepción en el buque a la que asistieron todos los guardiamarinas y sus familiares, además de otras autoridades. Allí pudimos ver a la princesa de Asturias estrenando un nuevo uniforme y a la esposa de Felipe VI, deslumbrante, con un mono rojo nuevo, cuyo mejor complemento era su gran sonrisa de orgullo. De nuevo, momentos cariñosos entre ellas: están aprovechando estos días juntas al máximo.
Para este evento, la heredera lucía por primera vez el modelo de etiqueta categoría B de la Armada, compuesto por una chaqueta entallada, camisa blanca con lazada al cuello, pantalón negro y zapatos planos. Aunque tiene la posibilidad de llevar falda, tanto ella como el resto de sus compañeros han preferido vestir como sus compañeros en la parte inferior del atuendo. Las chicas pueden elegir, pero lo que es obligatorio es que vayan todas igual; y así ha sido.
La Princesa, con su nuevo uniforme, junto a la Reina.
Por su parte, Letizia ha hecho su entrada triunfal vestida de rojo España, con un mono muy favorecedor de la firma española Mango. Se trata de un diseño de escote halter con la parte de arriba drapeada, cinturón a tono y pantalón ancho. Como complementos, sus alpargatas doradas y una cartera de mano. El patrón de la prenda principal permitía lucir sus musculados brazos y su tono bronceado. Como únicas joyas, unos pendientes de aro dorados.
La mirada de Leonor al ver llegar a su madre lo decía todo, orgullosa y visiblemente emocionada. Después de tanto tiempo separadas, poder compartir estos momentos es un bálsamo para ambas y las imágenes han dejado más que clara la especial complicidad que las une. La estancia de la Reina en Panamá ha sido corta, pese a la gran distancia que separa ese país de España, pero el esfuerzo ha merecido la pena.
La Reina ha estrenado un mono de Mango.
El buque escuela Juan Sebastián de Elcano termina esta escala el 6 de mayo, cuando parten hacia Colombia, para luego seguir hacia República Dominicana y Nueva York. Esta ha sido, sin ninguna duda, la parada más importante para la heredera al trono, por la presencia de su madre. No podemos olvidar las bonitas imágenes del pasado 3 de mayo cuando ambas, vestidas de blanco impoluto, se fundían en un largo abrazo en la cubierta del barco y se miraban a los ojos entusiasmadas. La Reina miraba a su primogénita de arriba a abajo, sin dejar de sonreír.
Han tenido tiempo de ponerse al día de estos cuatro meses en los que Leonor ya ha pasado por varios países en esta parte fundamental de su instrucción militar. Cuando se despidan, ambas tendrán que volver a sus quehaceres: la Princesa a sus clases diarias, rutinas de ejercicio y maniobras a bordo, y su madre, al cumplimiento de la agenda real. Esta semana, por cierto, está bastante despejada. Hasta el viernes 9 no tiene compromisos oficiales, lo que le permitirá descansar de tan largo viaje.