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Simpática, radiante, repartiendo sonrisas y gestos de cariño entre la multitud, esta es la imagen que ya se están convirtiendo en habitual en este comienzo de 2025. Kate Middleton, junto al príncipe Guillermo, ha cumplido con un acto conjunto en Gales. Hacía más de un año que su agenda real no les llevaba hasta allí, concretamente desde octubre de 2023, y el recibimiento ha sido muy caluroso.

Echaban de menos a su princesa, parece evidente, y la han estado apoyando desde la distancia en sus duros meses de lucha contra el cáncer. Así que este 26 de febrero ha sido una fecha de reencuentros. Los herederos al trono británico han viajado en tren hasta allí para  conmemorar la celebración anual del Día de San David, que tiene lugar el 1 de marzo. 

A su llegada a la estación de Cardiff les esperaban muchas personas con banderines, deseosas de saludarnos y conseguir alguna foto, además de hacerles entrega de varios regalos. Kate, que también está de vuelta en lo que se refiere a su papel como icono de estilo, ha elegido su abrigo rojo de Alexander McQueen haciendo honor a uno de los colores principales de la bandera de esta nación del Reino Unido. 

En la solapa, el detalle más llamativo del look, y que acaparaba todas las miradas. Quizá a los ojos 'no ingleses' pueda extrañarles, pero en realidad la flor amarilla que lleva prendida es un narciso, emblema de Gales y especialmente de la citada festividad. Así que no podía faltar ese gesto en su estilismo, que también ha llevado su marido, pero en versión XS. 

Kate Middleton ha llevado un significativo narciso amarillo en la solapa. Getty

La visita de Kate al Pontypridd Market ha sido de lo más dulce, porque ha tenido la oportunidad de conocer a los dueños de los negocios locales y también se ha manchado las manos para demostrar sus dotes como repostera. La pareja real ha participado en la elaboración de uno de los productos de exportación más famosos del país: los pasteles galeses. Se trata de un delicioso dulce tradicional elaborado con harina, azúcar, especias, mantequilla, huevos y frutos secos que luego se cocinan en una sartén y se espolvorean con azúcar.

Sin dudarlo, ambos se han remangado y han pasado un rato muy divertido, donde también han sido constantes las muestras de cariño entre ellos. Esto también nos ha permitido ver lo que la futura reina de Inglaterra llevaba bajo su abrigo de alta costura: un conjunto en tonos marrones con un jersey de cuello vuelto y una falta de tartán de largo midi. Esta vez no llevaba su anillo de compromiso, que fue propiedad de Lady Di, pero sí la llamada 'banda de eternidad' con diamantes y zafiros. Como accesorios, el bolso Bayswater de Mulberry, que es de estreno y sus botas altas de Gianvito Rossi.