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Parece que fue ayer cuando estábamos todos delante de la televisión tomando las 12 uvas con las que tradicionalmente damos la bienvenida al nuevo año. La realidad se impone, y lo cierto es que desde ese momento ya ha pasado un mes: hoy es sábado, 1 de febrero de 2025. Atrás queda enero, con sus 31 extintos días.

Este primer mes del año ha sido tremendamente agitado para Su Majestad la reina Letizia. A lo largo de estas -eternas- casi cinco semanas, ha presidido un total de ocho actos oficiales en los que ha lanzado importantes mensajes, no sólo institucionales, sino también personales. 

La Reina, con el temple de quien abraza el deber con pasión y entrega, ha tejido su agenda de este recién concluido enero como un tapiz de prioridades esenciales: la salud, faro de esperanza; la defensa, inherencia a la Corona; la solidaridad, puente entre corazones; la educación, cimiento de futuros; las relaciones institucionales, pilares de una nación; y la ciencia, llave al porvenir.

Cada paso que Letizia emprende en estos senderos no es casual, sino que va cargado de intención, como quien entiende que en estas bazas se cifra el pulso de una sociedad que aspira a lo mejor de sí misma. En su compromiso y servicio a España late una poética fuerza que inspira y transforma. Sin olvidar que hemos vuelto ver a la Letizia más íntima y personal: la Letizia madre, que despidió a su "chica", camino de su futuro, allende los mares.

Mensajes en sus actos

El 6 de enero, la reina Letizia, junto al rey Felipe VI y la princesa de Asturias, asistió a la Pascua Militar en el Palacio Real de Madrid. Tan sólo tres días después de presidir el primer acto del año, en el mismo majestuoso escenario, recibió junto al jefe del Estado, al Cuerpo Diplomático acreditado en España. En ambos momentos demostró la importancia que para su agenda y para la Corona tienen tanto la defensa como las relaciones institucionales.

La reina Letizia, en el Palacio Real, en la recepción al Cuerpo Diplomático. EFE

El sábado 11 de enero, el mundo entero contempló uno de los momentos más dulces de Felipe VI y Letizia como padres. Sus Majestades los Reyes presidieron la despedida del Buque Escuela Juan Sebastián Elcano, donde embarcó Su Alteza Real la princesa de Asturias como guardiamarina de primero en su salida del Puerto de Cádiz. 

A su llegada a la Tacita de Plata, el jefe del Estado y la consorte real eran preguntados por la prensa allí convocada: "¿Con pena?". Ambos asentían con la cabeza, pero apostillaban que también "con ilusión", ya que la experiencia iba a ser "muy positiva" para la formación de Leonor, la futura jefa de los tres Ejércitos.

Los reyes Felipe y Letizia despidieron a Leonor en Cádiz el pasado 11 de enero. Casa de Su Majestad el Rey

Tras derramar algunas lágrimas, los medios de comunicación interpelaban a Letizia y le preguntaban por su incontrolada emoción. "Como madre... ahí también hay otras madres. Hay más madres", recalcaba la Reina, restándose protagonismo y poniendo el foco en las progenitoras anónimas que decían adiós a sus hijos y sus hijas embarcados durante los próximos seis meses. 

No fue la única frase dulce y tierna que dejó para el recuerdo. En la despedida definitiva, desde un barco vigía frente a Elcano, Letizia preguntó, como una madre más: "¿Dónde está mi chica?". El Rey, que ya había ejercido de padre sacando su propio iPhone para inmortalizar el momento, respondió, tranquilizándola: "Ahí, en el mismo sitio en el que estaba antes".