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Las herencias no son solo un trámite legal o económico. En realidad, suponen uno de los momentos más sensibles para muchas familias, donde se mezclan emociones, decisiones jurídicas y situaciones patrimoniales complejas.

Según un estudio del OnLygal, el 77 % de los españoles considera que las herencias son su principal fuente de conflicto legal. Y no es casualidad: los abogados expertos en derecho sucesorio coinciden en que los enfrentamientos entre hermanos, cónyuges y otros herederos no dejan de crecer con el paso de los años precisamente muchas veces por una mala planificación inicial.

En este contexto, las donaciones de padres a hijos se han convertido en uno de los focos más habituales de conflicto, especialmente cuando no se aclara si deben tenerse en cuenta o no dentro del reparto de la herencia. Se trata de un escenario mucho más común de lo que se piensa y que, si no se gestiona correctamente, puede desembocar en tensiones familiares duraderas.

Así lo advierte el abogado y experto Manuel Requena en uno de sus vídeos, donde subraya que este tipo de conflictos entre hermanos son más frecuentes de lo que la mayoría se imagina. Y es que, muchas veces estas donaciones se hacen sin pensar en las consecuencias legales que pueden surgir años después, cuando llega el momento de repartir el patrimonio familiar.

"El 90 % de los problemas entre hermanos empieza por esto y nadie lo ve venir", alerta el abogado Manuel Requena, especialista en derecho sucesorio. "Lo veo cada semana, hermanos discutiendo porque no saben que las donaciones que recibieron de la madre o del padre hay que revisarlas cuando estos fallecen", explica.

Y es que, aunque una donación se haya hecho hace tiempo, la ley no la olvida. "Una donación no desaparece, ni aunque se hiciera durante muchos años", subraya Requena. El fallecimiento de los padres obliga a revisar todo lo donado, incluso si en su momento se indicó que no era colacionable, es decir, que no debía computarse en el reparto.

Pero esto no significa que el Estado o los herederos vayan a quitarle nada a nadie: "No se revisan para quitárselas a nadie, solo para revisar una cosa: si todos los hijos están recibiendo lo mínimo que por ley les toca", aclara el abogado. Si el reparto final respeta los derechos mínimos de cada heredero, la donación permanece intacta. Pero si uno de los hijos queda por debajo de lo que corresponde legalmente, entonces hay que ajustar cuentas.

¿Y cómo se corrige ese desequilibrio? "El hermano que recibió demasiado tiene que compensar al que recibió de menos. No siempre devolviendo la donación, sino pagando la diferencia para que todos tengan lo mínimo que la ley garantiza", explica Requena.

Estos ajustes económicos, lejos de ser anecdóticos, son fuente habitual de conflictos cuando no se han previsto ni documentado correctamente las donaciones. En muchos casos, bastaría con una escritura pública o con haber dejado claras las condiciones para evitar disputas posteriores.