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Tener hijos en España y mantenerlos supone hoy un verdadero reto económico para muchas familias, especialmente en un contexto marcado por el encarecimiento generalizado del coste de vida. Mientras que hace décadas era posible llegar a fin de mes con un único sueldo y vivir con ciertas comodidades, la situación actual ha cambiado radicalmente.

Y es que, a los salarios bajos se suman la inflación persistente, la subida continua de los precios en los supermercados, el aumento del coste de la vivienda y la inestabilidad laboral. Una combinación que complica, no solo la independencia de los jóvenes, sino también la capacidad de ahorro de muchas familias con hijos y la gestión de gastos básicos o extraordinarios.

María López, experta en finanzas personales y madre, lo explica con claridad en uno de sus vídeos en TikTok (@lasfinanzasdemaria), donde relata sin rodeos el esfuerzo económico que implica criar a un hijo actualmente en España.

María recuerda con nitidez cómo era crecer en una familia trabajadora en los años 80 y 90 y lo compara con su propia experiencia como madre. El contraste es abrumador, como ella misma relata. "Recuerdo cuando tenía 11 años, teníamos un Seat Panda que luego mi padre cambió por un Opel Kadett, nos íbamos de vacaciones a Fuenterrabía y recuerdo que comíamos y cenábamos por ahí a todo trapo", cuenta.

Aunque no eran ricos, su sensación era la de vivir con cierta abundancia: "Me compraban siempre ropa en septiembre y en verano y por supuesto en Navidades siempre había un montón de regalos con todas las Barbies que yo quisiera".

La vida cotidiana también reflejaba ese bienestar: "Comíamos siempre pescado, carne y recuerdo que los sábados mi padre se iba a un surtidor que era un sitio que había aquí en Salamanca y compraba marisco, nécoras y bígaros". Incluso los pequeños lujos familiares formaban parte del paisaje habitual: "Recuerdo aquel abrigo de zorro plateado que mi madre se fue a comprar al Barraco a Ávila".

No faltaban tampoco las actividades extraescolares ni los pequeños placeres del día a día: "Recuerdo las excursiones del colegio, siempre había dinero para pagarlas. Me acuerdo que hice la comunión en Ávila en las Adoratrices y lo celebramos en los 4 postes como los ricos ahora. También recuerdo que iba a clase de pintura en San Eloi, iba a inglés, a tenis, a voleibol...".

Su realidad como madre

Pero lo que más le impacta al mirar atrás es la sensación de normalidad con la que sus padres sostenían ese nivel de vida: "No recuerdo nada de eso como un esfuerzo súper extra por parte de mis padres".

Hoy, su realidad como madre es bien distinta asegura. "Yo, en cambio, tuve que pedir un crédito de 3.000 euros para celebrar la comunión de mi hija. Lo dejé de pagar hace un año y pico", confiesa. Y no es el único caso: "El coche lo he financiado a 9 años. He llegado a financiar y pagar a plazos los libros del colegio de mi hija, he llegado a financiar hasta compras de 100 euros en el supermercado y todo esto cobrando tres veces lo que cobraba mi padre".

María lanza una pregunta que muchos se hacen: "¿Qué es lo que ha pasado?" Y ofrece su propia interpretación: "Yo creo sinceramente que todo esto empezó con la llegada del euro, nos empezamos a creer que 1 euro equivalía a 100 pesetas y era casi el doble. Con lo cual empezamos a pagar el doble por casi todo".

Esa inflación silenciosa y prolongada, unida a la presión fiscal, ha transformado la estructura social a su modo de ver: "Nos hemos metido en una rueda en la que la clase media, que eran mis padres, ahora es clase pobre, en la que no llegamos a final de mes y que cada vez nos crujen más a Impuestos. En la que España no va bien", sentencia.