Comprar una vivienda en España se ha convertido en una misión casi imposible para los jóvenes.
Los precios están por las nubes, los sueldos no acompañan y, cuando por fin logran ahorrar algo de dinero, "acaba comiéndoselo Hacienda".
Y es que, tal y como explica Montse Cespedosa, economista con 27 años de experiencia, a EL ESPAÑOL, "cuando una pareja joven consigue comprar su primera vivienda, el esfuerzo que hay detrás es enorme".
"Pues, para ahorrar 20.000 euros se las ven y se las desean con esos salarios tan ridículos. Y, encima resulta que esos 20.000 euros que han ahorrado se van directamente a impuestos", relata.
Sin embargo, Cespedosa señala que el problema no es solo el precio de las casas, sino también los altos impuestos que se pagan al comprarlas.
"Lo que no puede ser es que la vivienda, que es un bien de primera necesidad, se pague un 10% de IVA o haya un ITP por comunidades que vaya del 4 al 13%. No puedes pagar de un bien de 300.000 euros el 10%. Es una aberración", asegura.
Para ella, está claro que España necesita "una reforma fiscal urgente" si se quiere ayudar de verdad a los que a pesar de tener "sueldos miserables" intentan comprar su primera vivienda.
Y es que aunque en los últimos años han aparecido nuevas ayudas, e incluso avales públicos, la realidad sigue siendo complicada.
"Ahora mismo hay bancos que sí que están dando al 100% para menores de 36 años en la mayoría de las comunidades autónomas, aparte del aval ICO y el 95 también. O sea, que lo único que tienen que aportar son los gastos", confiesa.
Pero esos gastos —impuestos, notaría y demás trámites— son, precisamente, lo que más pesa en el bolsillo.
La experta advierte de que hay una gran diferencia entre generaciones. "Tus padres tienen una vivienda en propiedad, tú podrás ser propietario. Pero si tus padres viven de alquiler, olvídate de tener una vivienda porque ni tan siquiera te van a poder avalar", comenta.
Además, cree que el ahorro por sí solo no basta. "Lo primero que tienen que tener es ahorro, pero ahorro invertido para que le gane rentabilidad", explica.
Cespedosa recuerda que ahora, los bancos valoran más los trabajos estables y bien pagados, y "el problema es que la gente no es consciente de la futura brecha generacional que va a haber entre los trabajos cualificados y los que no" a la hora de mirar la hucha cuando quieras comprar tu primera casa, concluye.
