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La jubilación es una de las etapas más esperadas por millones de personas en España tras toda una vida dedicada al trabajo. Actualmente, más de 9,3 millones de españoles ya disfrutan de este tipo de descanso, de los cuales 4,6 millones son mujeres y 4,7 hombres, según datos de la Seguridad Social.

Para muchos, es el momento ideal para disfrutar de su familia y su pareja, de recuperar el tiempo perdido y dedicarse por fin a esas actividades que siempre habían postergado. Pero no todos viven esta etapa de la misma manera. Ya que, pese a percibirse como una recompensa al esfuerzo de años de trabajo, para otros muchos la jubilación también puede ser sinónimo deansiedad, estrés, sensación de infelicidad o incluso aburrimiento.

Una de las personas que se rebela abiertamente contra esta idea tradicional de la jubilación es el pionero de la abogacía española, Antonio Garrigues Walker, quien a sus 91 años aún sigue estando en activo y asegura que no piensa dejar de trabajar. Eso es lo que ha confesado el veterano abogado en una de sus entrevistas más personales en el podcast de Pathfinders, donde ha confesado que trabajar es lo que verdaderamente da sentido a su vida.

"A mi edad ya conozco a muchas personas jubiladas y muchas veces cuando hablamos me dicen: ¿pero tú por qué sigues? Y yo les digo: pues porque no quiero aburrirme como tú", asegura con contundencia. Y es que, en su opinión, el problema no es la carga laboral, sino el vacío que deja la inactividad a esa edad: "El mayor problema del mundo es el aburrimiento, como te aburras estás absolutamente perdido", reflexiona.

Garrigues critica especialmente la idea de que jubilarse sea un sinónimo de felicidad como muchos piensan: "He visto a mucha gente que cuando se jubila conecta la idea de no trabajar con la felicidad y es justo lo contrario. El trabajo es lo que da la felicidad y no digo el trabajo duro y puro, pero cualquier tipo de trabajo, el que sea". Y va un paso más allá: "No hay derecho a jubilarse, ese derecho no existe. Tenemos otros, como el derecho a cambiar de trabajo, a buscar otros trabajos, pero ese no".

Para el experto en abogacía se trata de un error de base: "Conectar la idea de jubilación con la felicidad es el peor error que una persona puede cometer, el peor error". De hecho, Garrigues a sus 91 años no ha renunciado a su pasión por la abogacía y en lugar de retirarse, ha decidido volcar su tiempo y energía en una nueva etapa de estudio e investigación.

"Ahora el tiempo se lo estoy dedicando a un tema muy bonito y muy importante que es la investigación jurídica. El derecho es una ciencia y por lo tanto requiere investigación y estamos estudiando temas como el derecho a no ser engañado, la creación de nuevas actitudes frente al mundo jurídico, investigando qué es lo que se puede hacer en el mundo de la abogacía en estos momentos", explica.

Antonio Garrigues es una de las personas en España que plantea una invitación valiente a repensar la jubilación, no como el final de una etapa, sino como la continuación de otra donde poder seguir aportando, aprendiendo o descubriendo nuevos conocimientos y planteamientos.

Su visión refleja como esta fase vital no tendría que vivirse como un cierre, sino como una oportunidad para seguir reconectando con uno mismo y disfrutando de lo que nos apasiona, siendo en su caso la abogacía su mayor fuente de sentido, motivación y felicidad.