Cada vez más familias notan cómo llenar la nevera se ha convertido en un esfuerzo económico más grande de lo habitual.
Los precios de los alimentos no dejan de subir, y mantener una dieta equilibrada se ha vuelto un reto para muchos hogares.
Y es que aunque se planifique el gasto y se intenten aprovechar las ofertas, la cesta de la compra sigue apropiándose una gran parte del presupuesto mensual.
Este es el caso de Vanessa, una mujer de 47 años, madre de dos pequeños de 9 y 7 años, que sabe que hoy, por culpa de una inflación que no da tregua, comer bien se ha convertido en un lujo que pocos pueden permitirse.
Según explica a EL ESPAÑOL, "en casa gastamos en comida 1.500 euros. Cinco comidas al día, desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Y eso que los niños comen los dos en el colegio".
Y aunque es cierto que en ese gasto se incluyen productos propios de una dieta saludable, ya que "consumimos mucha fruta y verdura", aclara que ya tiene asumido que "la cesta de la compra se ha convertido en un gasto mensual considerable".
Aun así, Vanessa reconoce que es de mantener hábitos muy organizados: "Siempre he sido una persona ahorradora. Nunca gasto de más, sobre todo en cosas que considero innecesarias. No tengo ropa de marca ni un coche de alta gama, y no soy de salir mucho a comer fuera", confiesa.
Y es que para ella, cuidar la alimentación y garantizar el bienestar de sus hijos es uno de sus objetivos principales, aunque eso implique destinar buena parte de sus ingresos a mantener una dieta equilibrada.
Su prioridad es la familia, pero siempre sin caer en el exceso. "Nuestros gastos principales se destinan a nuestros hijos, pero no les consentimos todo; eso es algo que estamos tratando de inculcarles. No hace falta tenerlo todo para ser feliz", afirma convencida.
Por ello, según explica, en casa el trabajo en equipo es fundamental. "Mi marido y yo trabajamos en equipo para organizar la casa y la logística de nuestros hijos. Cuando uno de los dos no puede ocuparse de alguna tarea, el otro lo sustituye sin problema", explica.
Asimismo, confiesa que reciben el apoyo de los padres de Vanessa, algo que les permite sobrellevar mejor el día a día, teniendo en cuenta que trabajar y llevar la casa no siempre es fácil de conciliar.
