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La única alternativa de muchos jóvenes españoles para emanciparse es compartir piso. De hecho, según el Consejo de la Juventud de España, el 87% de los jóvenes que se han independizado comparten piso para reducir gastos.

Pero, si son las personas mayores quienes tienen que dividirse los espacios de una casa porque no pueden pagar el precio de una vivienda completa, el problema es aún más alarmante.

Encarna González, jubilada de 66 años, comparte piso con tres personas más porque la cuantía de su pensión no le permite comprar una vivienda o pagar el alquiler. "Con mi pensión de 800 euros no puedo pagar el precio de una vivienda", afirma resignada en una entrevista con el programa La Mirada Crítica.

Compartir casa con 3 desconocidos

La pensionista conserva una actitud positiva, pero relata una realidad que refleja la crisis inmobiliaria que está azotando a España por la falta de inmuebles, lo que está provocando que los precios suban de forma exponencial.

Cuenta que la convivencia con las otras cuatro personas es buena, pero que es incómodo tener que estar compartiendo "el baño, la nevera y todos los espacios comunes de la vivienda". Asimismo, protesta porque "no puedo invitar a nadie a casa", ya que no es suya, no hay intimidad y puede molestar al resto de inquilinos.

Encarna aclara que el principal motivo por el que se ve abocada a compartir piso como si tuviera 20 años es el precio de la vivienda y una pensión insuficiente. "Tengo una pensión que no tiene la capacidad de hacer frente a los precios de la vivienda", se queja ante la periodista Ana Terradillos.

La afectada dice que tampoco fue fácil encontrar una plaza en este piso. De hecho, se dio de alta en una asociación que le ayudó en la búsqueda de un hogar, en este caso de una habitación, y tuvo que pagar en contrapartida el 35% de su pensión por la gestión.

Esta historia se produce en un contexto en el que las autoridades políticas se muestran absolutamente impotentes para solucionar un problema que golpea a todas las capas de la sociedad. Así, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, dirigido por la socialista Isabel Rodríguez, publicó un vídeo futurista en el que personas mayores siguen compartiendo piso en 2055.

No obstante, el Gobierno ha tenido que borrar la campaña por la oleada de críticas, que tildan la campaña de frívola, de "reírse de los jóvenes" y de trivializar un asunto que lleva varios meses consecutivos en lo más alto de las principales preocupaciones de los españoles, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).