De acuerdo con el informe PIRLS 2021 realizado por el Ministerio de Educación, la falta de comprensión lectora en España es un problema significativo. Según los resultados, los alumnos de 4.º de Primaria han perdido siete puntos respecto a ediciones anteriores, y apenas un 6% logra un nivel avanzado, situando al país por debajo del promedio de la OCDE.
Factores como la falta de hábitos de lectura, el desinterés y las limitaciones tecnológicas han contribuido a este deterioro, afectando negativamente el rendimiento académico, a la autoestima de los alumnos e, incluso, a la calidad de las clases ofrecidas por los docentes.
Precisamente de este tema ha hablado Elvira Roca, escritora y profesora española, en el videopódcast de Ricardo Moya. A su juicio, existe un grave deterioro de la comprensión lectora desde hace años y, alumnos que antiguamente leían literatura clásica con facilidad, ahora creen que autores como Benito Pérez Galdós escriben en "otro idioma".
El deterioro de la comprensión lectora en las aulas
La comprensión lectora es fundamental para el aprendizaje continuo y el éxito académico y profesional, ya que permite entender y analizar información, desarrollar el pensamiento crítico y comunicarse de manera efectiva. Se trata de una destreza que comienza a desarrollarse desde la infancia y que puede perfeccionarse a lo largo de toda la vida.
Sin embargo, según informes recientes, la comprensión lectora de los estudiantes españoles está lejos de estar a la altura de otros países. De acuerdo con los últimos informes PIRLS, ningún país de habla hispana se encuentra entre los diez primeros en comprensión lectora.
Estos datos no son actuales, sino que los profesores son conscientes de ello desde hace años. Según Roca, el sistema educativo ha reducido de manera drástica la exigencia y el entrenamiento intelectual. Como resultado, ella se ha encontrado con alumnos de 16 años que son incapaces de leer una página de Benito Pérez Galdós.
"He visto como se ha pasado de que un alumno de 16 años "mediocre" pueda leer Trafalgar de Benito Pérez Galdós con facilidad a que no pueda leerlo ni el más listo de la clase", lamenta.
Roca recuerda que hace apenas unas décadas, obras como Trafalgar eran lecturas habituales en secundaria; sin embargo, en la actualidad "hace años que no se enseña Galdós". La complejidad del vocabulario, la estructura sintáctica o la densidad conceptual de los textos clásicos se han convertido en obstáculos insalvables para unos jóvenes acostumbrados a un lenguaje básico e inmediato.
La profesora sostiene que esta incapacidad no se debe a un descenso en las capacidades cognitivas de los jóvenes, sino a una falta de entrenamiento. El sistema, asegura, ha optado por eliminar todo aquello que requiera esfuerzo. Libros, ejercicios o lecturas complejas han ido desapareciendo con la justificación de que "les cuesta mucho" a los alumnos.
"Si quitas todo lo que les presupone un esfuerzo, van a llegar con 16 años y les va a faltar la mayor parte del vocabulario. En una página de Galdós, cada seis líneas aparecen dos o tres palabras que no conocen. Para ellos es casi como enfrentarse a una lengua extranjera", cuenta la docente.
Roca denuncia que la educación actual prioriza la comodidad por encima del esfuerzo, entregando a los estudiantes una formación "ya digerida", sin espacio para la frustración o el descubrimiento. "¿Cómo quieres que una persona tenga colmillos si te pasas la vida dándole la comida en papilla?", se pregunta.
En su experiencia como docente, Roca ha comprobado cómo los jóvenes llegan a la universidad con una preocupante falta de herramientas lingüísticas.
Muchos no son capaces de redactar con claridad ni de ordenar sus pensamientos por escrito, a pesar de pasar horas tecleando mensajes. Lo paradójico, añade, es que nunca se ha escrito tanto, pero nunca se ha escrito tan mal.
Elvira Roca, sobre el deterioro de la comprensión lectora en las aulas de España.
Otro síntoma del deterioro cultural que describe Roca es la pérdida de referencias históricas y literarias. Los alumnos, incluso en etapas universitarias, carecen del contexto necesario para situar los hechos o personajes de los textos que leen.
Roca considera que este cambio de paradigma —de la exigencia al entretenimiento— ha sido una forma de negligencia educativa y donde más cree que es evidente es en las pruebas de acceso a la Universidad.
"Si comparas los exámenes de la EBAU de 1999 y los de ahora, ha bajado muchísimo la exigencia", cuenta y, a su juicio, en asignaturas como lengua o filosofía, el deterioro es "arrasador": preguntas simples y pensadas para asegurar un aprobado general.
Para Roca, es fundamental recuperar la comprensión lectora; exigirá devolver el esfuerzo al corazón de la enseñanza, porque solo quien ha aprendido a leer de verdad puede aprender a pensar.
