Han pasado seis años desde que la actriz Teresa Rabal afrontó uno de los episodios económicos más duros de su vida pública: la venta de Villa Renata en Alpedrete, la que había sido su vivienda durante cuatro décadas.
La propiedad, levantada sobre una parcela de 2.072 metros cuadrados, contaba con 593 metros construidos y 389 útiles. Una vivienda amplia, con historia y recuerdos familiares, a la que tuvo que hacer frente en solitario tras la muerte de su marido Eduardo Rodrigo en 2017.
Esta terrible noticia, junto a sus deudas con Hacienda que llevaba tiempo acumulando, la impulsaron a deshacerse de la casa dos años después. Teresa, para aquel entonces, afirmó que tuvo que irse a vivir con su madre, pero que la venta le permitió liquidar todo lo que debía.
La historia de la deuda de Teresa Rabal
Fue en el programa Socialité de 2019 cuando la hija de los actores Francisco Rabal y Asunción Balaguer reconoció que estaba "ahogada por las deudas". Según explicó públicamente, llevaba tiempo acumulando deudas que se habían ido haciendo "bola" como consecuencia de proyectos fallidos, colaboraciones con instituciones y cadenas televisivas en épocas de crisis.
La salida de aquella vivienda fue un duro golpe para Rabal, quien confesó que lloró cuando entregó las llaves; sin embargo, debido a sus dimensiones, "mantenerla era una barbaridad", explicó en una entrevista para Semana de aquel año.
"La casa tenía 800 metros cuadrados, enorme para mí, y mantenerla costaba una barbaridad. Mi deseo es seguir trabajando, pero cuando quiera y en lo que quiera, porque ya he trabajado mucho en mi vida", confesó.
A pesar de llegar a la situación límite, Rabal consiguió liquidar todo lo que debía con la venta de la vivienda. "Estoy superagusto y contenta porque no dejaré deudas a mis hijos, sino todo lo contrario", relataba al medio citado.
Como consecuencia, la actriz tuvo que irse a vivir con su madre, quien para aquel entonces tenía "una casa enorme" y muy cerca de la que era su vivienda. Además, reconoció que era una oportunidad para cuidar de su madre, que estaba "muy mayor".
El 23 de noviembre de ese mismo año, su madre falleció y, actualmente, la actriz reside en un chalet en la sierra de Madrid, cerca de su hijo y de sus nietos. "Estoy feliz. No tengo ya nada que ver con esa casa", dijo recientemente.
Imagen del interior de la vivienda que perteneció a Teresa Rabal durante 40 años.
Aunque para ella la venta de la vivienda supuso un momento de inflexión y la liquidez de todas sus deudas, la casa, aún hoy en día, sigue en venta, según recoge EL ESPAÑOL.
Una vez que Rabal se desprendió de la propiedad, la vivienda cambió de manos. La casa dejó de pertenecerle y pasó a estar en posesión de una entidad inversora, una sociedad llamada Aurora Asset I S.L., que habría adquirido el inmueble tras un proceso judicial.
Desde entonces, el chalet ha pasado años en situación de abandono y deterioro. Es esa misma vivienda —ya desvinculada de Teresa— es la que hoy vuelve a aparecer en los portales inmobiliarios bajo el rótulo de "la antigua casa de Teresa Rabal", a la venta pero con graves desperfectos.
Según recoge Jaleos, el precio de salida del inmueble fue de 590.000 euros, se rebajó a 570.000 y poco menos de cuatro meses después, el precio por el que se puede adquirir la vivienda es de 479.000.
Los motivos, como ya hemos comentado, son los desperfectos a los que se enfrenta la casa: tanto techos como paredes presentan importantes humedades, además de moho en determinadas zonas de la casa.
Según confesó Rabal a este medio, ella la vendió en perfectas condiciones. "Todo parece superdramático, pero no es así para nada. Yo cerré la venta sin ningún tipo de problema. Tuve mucha suerte y la vendí bien. Por suerte me la quité de encima", confesó.
De acuerdo con sus declaraciones, la artista explicó que en esa casa "se metieron unos okupas" y que, ese acontecimiento unido a los años que lleva en venta, serán los responsables de su estado actual.
