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Es uno de los rostros más conocidos de la pantalla y pionera de un formato que la lanzó al estrellato televisivo. El programa 21 días, en el que exploró en primera persona temas como la droga, la pobreza, el mundo del porno, etc., hizo historia. Samanta Villar es una de esas periodistas de raza, escritora y presentadora,

Su pasión por comunicar la llevó a ser la protagonista de 9 meses, donde documentó frente a las cámaras la gestación de sus mellizos, Violeta y Damiá, concebidos a través de ovodonación; una manera de dar visibilidad también a este proceso. Junto a ella, siempre como apoyo fundamental, su pareja, el periodista Raúl Calabria.

En cuanto a su faceta literaria, ha escrito cuatro libros que mucho tienen que ver con el nacimiento de sus pequeños. En 2017 publicó Madre no hay más que una, en el que cuenta todo por lo que pasó antes, durante y después de ser madre. En 2019 La carga mental femenina: O por qué las mujeres continúan al cargo del hogar a coste cero, donde aborda el problema de la conciliación familiar.

Ahora, la productora ejecutiva en Masanta Films ha ahondado en los aspectos menos conocidos de su maternidad como invitada al programa que conduce Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL, en Mediaset Infinity. Han pasado nueve años desde que dio a luz y no duda en afirmar que el primero fue uno de los peores de su vida: "Cuando son bebés, es una santa esclavitud".

En Madres: desde el corazón también habló de algo que le preocupa de la técnica de fertilidad a la que recurrió después de muchos problemas para quedarse embarazada debido a su mala reserva ovárica. "A mis hijos se les niega el derecho a conocer sus orígenes genéticos y esto es grave", se queja.

"El comité de bioética de España está pidiendo a los políticos españoles que se prohíba el anonimato en las donaciones, para preservar el derecho de la descendencia a conocer sus orígenes genéticos. Piensa en una persona que ha sido adoptada: se le permite saber cuáles son sus orígenes. Pero, por donación, se les niega este derecho", asegura.

Samanta se abrió en cuerpo y alma durante esta entrevista, tras la cual también accedió a contestar para Magas una batería de preguntas cuyos enunciados están basados en los títulos de las obras más relevantes escritas por mujeres como Virginia Woolf, Ana María Matute, Jane Austen, Almudena Grandes, Carmen Laforet, Alice Munro, Elena Ferrante…

El Magatest

'Mi primera memoria'.

El día que nació mi hermano. Yo tenía tres años y me llevaron al hospital a conocerle.

'Una habitación con vistas' al…

Al mar o al campo. Paisaje amplio, vasto, con poca gente.

'Orgullo y prejuicio' sobre…

Orgullo sobre muchas personas, las que manejan inteligencia emocional son las que más admiración me despiertan. Prejuicios cada vez menos, me apetece mucho más comprender que juzgar.

'La amiga estupenda' es…

Aquella con la que puedas estar en silencio y sentirte cómoda.

'Lo que el viento se llevó'…

La reacción airada a la frustración; la rabia ante la injusticia. Sigo combatiéndola pero desde otro lugar emocional.

¿Queda algo de 'la edad de la inocencia'?

Mucho. Quedan las ganas de seguir descubriendo, de jugar, de bailar como si nadie estuviera mirando.

¿Qué te deja el 'corazón helado'?

La capacidad de hacer daño de algunos individuos. La falta de empatía de ciertos seres con mucho poder.

'El mejor de los mundos posibles'.

Sería aquel en el que predominara la empatía.

¿A quién asesinarías 'en el Orient Express’? (o ¿a quién regalarías ‘un viaje sin retorno’?)

A Netanyahu, a Trump, a Putin, a tantos…

¿Qué supone 'la ridícula idea de no volver a verte'?

Pues no me parece tan ridícula…

El amor más grande…

El que profesas a los hijos. Es el único por el que daría la propia vida.

¿Para qué pedirías 'amnesia colectiva'?

Para nada. La desmemoria nos hace ignorantes y vulnerables.

'Un secreto a voces'.

Las mujeres dirigiríamos mejor.

'Un secreto inconfesable'.

Se me ha olvidado.

¿Qué es para ti 'nada'?

Aparte de una novela fabulosa, es la ausencia de un criterio propio, la incapacidad de entender qué te haría feliz o no atreverte ni a pensarlo. Una vida así se desperdicia.

'Cuando la revolución termine'.

Empezaremos la siguiente.