Del 26 de febrero al 4 de marzo, París acoge uno de los eventos más esperados del año: su Semana de la Moda. A lo largo de estos días, diseñados consagrados y emergentes presentan sus propuestas para el otoño-invierno 2024-2025.

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Entre los desfiles más esperados se encontraba el de Dior. Celebrado, este 27 de febrero, se presentó como una reflexión sobre la era de transición de finales de los años 60, cuando la moda dejó el atelier para conquistar el mundo.

Más concretamente, Maria Grazia Chiuri quiso recordar el nacimiento de Miss Dior, una línea femenina que introdujo el prêt-à-porter y que Marc Bohan, entonces director creativo, confió a su asistente Philippe Guibourgé. El desafío para la moda, entonces, era hacer vestidos que pudieran reproducirse y, sobre todo, estaban adaptados a un ritmo de vida en el que la imaginación era primordial.

La línea, presentada en el número 11 bis de la calle François I, fue ciertamente revolucionaria. Fácil de lucir, cómoda y versátil, incluía abrigos cortos y vestidos rectos, shorts bordados y plisados, pero también faldas en una gran variedad de colores, adornadas con cuentas y lentejuelas, revelando otra faceta del estilo de Dior.

"Tras su lanzamiento en la Ciudad de la Luz, la colección se presentó en una treintena de puntos de venta en el extranjero, abriendo el camino a numerosas licencias internacionales, celebrando la idea de una multifacética y feminidad universal", destaca la casa.

Una personalidad encapsuló esta nueva visión de la mujer: la artista y diseñador Gabriella Crespi, una fascinante fuente de inspiración para Marc Bohan. Simboliza esa generación pionera de mujeres independientes decididas a destacar y hacerse un nombre a través de su trabajo. Muchos de sus objetos y piezas artísticas, contribuyeron al éxito de las direcciones de Dior a lo largo de esos años.

Por ende, la colección celebra las formas y materiales que, cuando se abrió la boutique Miss Dior en París, dieron impulso a una nueva forma de vestir que podría unir a numerosas mujeres y hacerlas a todas especiales.

Los diseños

En la propuesta otoño-invierno 2024-2025, presentada bajo las envolventes voces de Serge Gainsbourg y Jane Birkin cantando Je t'aime... moi non plus, descubrimos, por lo tanto, siluetas fluidas, como las de corte en A, que facilitan el movimiento y realzan el cuerpo de la mujer sin constreñirlo. 

La bufanda, accesorio imprescindible y adorado por Maria Grazia Chiuri, cobra un protagonismo especial. En el día a día, es ajustable y compacta, protectora, envolvente y embellecedora, según recuerda la casa.

Los colores de la colección hacen eco a la gama de Marc Bohan: el blanco, el naranja, el rosa, el verde neón pero también el negro destacan. Lo que indudablemente llama la atención es la presencia del logotipo de 'Miss Dior', representado como una firma-manifiesto en una paleta de azules, rojos y marrones en todo lujo de prendas.

Las gabardinas, que abrieron el desfile, destacan en una amplia gama de colores y materiales, con detalles como bordes sin rematar, cintas de grosgrain y tachuelas de metal bruñido.

Los cuadros, que Monsieur Dior se apropió originalmente de la moda masculina, aparecen en faldas y chaquetas en un juego pop y contundente de proporciones y volúmenes. 

Siluetas del desfile otoño-invierno 2024-2025 de Dior. Getty Images

Al mítico tartán se suma otro estampado clave: el leopardo. Como código perdurable de la Casa, viste prendas exteriores de cuero y un traje de dos piezas con bordado de cuentas y lúrex. Las cazadoras, las parkas y los vaqueros introducen, por su parte, un espíritu deportivo. Además del amplio uso de tachuelas, los escotes con pedrería realzan los diseños de una colección que pretende vestir a la mujer del siglo XXI: poderosa, elegante y segura.

La instalación

Desde sus inicios como directora creativa, Maria Grazia Chiuri se esmera en crear una narrativa poderosa, tanto a través de la colección presentada como de su instalación. Una no se puede entender sin la otra.

La escenografía de este desfile fue ideada por la artista india Shakuntala Kulkarni. Nacida en 1950 en Karnataka, explora la relación entre el cuerpo femenino y los espacios públicos y privados urbanos. Con su trabajo, pretende transmitir la idea de una sociedad pluralista, autónoma, y una feminidad versátil, reactivando ese momento clave de libertad creativa del que Miss Dior es emblema.

El cuerpo es el epicentro de su obra. Este "no puede ser neutral. Siempre está colocado in situ, ocupando su posición y ubicación en el mundo, y por tanto representa el medio principal de una relación política, en la medida en que devuelve la subjetividad a sus sujetos expuestos y generizados. Un cuerpo femenino, fuera del ámbito doméstico, se convierte en una construcción social.

En De cuerpos, armaduras y jaulas, descubrimos elementos esculpidos y de alto rendimiento que visten, protegen y transforman el cuerpo, pero al mismo tiempo lo encarcelan en una especie de jaula con una estética seductora pero incómoda. Los marcos de caña son fruto de una obra iniciada en 2010 con la ayuda de artesanos especializados en procesar este material.

Están moldeados según las medidas corporales del artista, que puede usarlos y habitarlos. La primera obra fotográfica de la artista fue dedicada a la protección de su ciudad, Mumbai, en los lugares donde había pasado su infancia, donde un cierto tipo de vida y cultura comunitaria estaba desapareciendo. Aunque se refiera a un área geográfica específica, la India, es potencialmente transponible a todos los entornos y culturas.

En sus presentaciones en vivo, Shakuntala Kulkarni toma prestadas coreografías complejas del teatro y la música india, pero también formas de danza y yoga, en las que se compenetran fuerza, equilibrio y gracia. Están destinadas a infundir coraje, resiliencia, generosidad y dignidad.

En 2016, Shakuntala Kulkarni presentó un vídeo titulado Juloos, en el que interpretaba el papel principal, de guerrera. En su instalación para el desfile prêt-à-porter otoño-invierno 2024-2025 de Dior ideada por Maria Grazia Chiuri, en el Jardin des Tuileries, la artista presentó, junto a sus esculturas, varios extractos de esta película. 

El redescubrimiento del poder de lucha que puede encarnar el cuerpo de la mujer es un punto clave en el ámbito personal, el viaje político y cultural de liberación feminista, un tema frecuente en muchas partes del mundo.

Esta pieza cuestiona la subjetividad femenina, no sólo desde el punto de vista del cuerpo y su dimensión social, también de su poder en relación con el espacio urbano y el sistema social en que evolucionamos", destacan Paola Ugolini y María Alicata, comisarias de arte.

Un front row de estrellas

Entre las personalidades que asistieron al desfile, cabe destacar a Jennifer Lawrence, embajadora desde hace años de la casa, Rosalía o Yuko Araki. 

Yuko Araki, Jennifer Lawrence y Rosalía. Getty Images

Tampoco faltó Natalie Portman, embajadora de la casa, Lang Lang, Gina Alice, Olivia Palermo o Caroline Daur, que también protagonizó la Semana de la Moda de Milán.